Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Despierta Morena al tigre de los valles

Engaño de precios de garantía al maíz y trigo hartan a productores de Sinaloa y Sonora y toman instalaciones de Pemex en Culiacán, Guamúchil y Topolobampo

Por Luis Fernando Nájera

Don Pedro procede de Ruiz Cortínez y es un campesino que siembra maíz blanco en menos de 10 hectáreas —siete y media, dice—, y va rumbo al bloqueo que otros ejidatarios y agricultores tienen en la Terminal de Almacenamiento y Reparto de combustibles de Pemex en Topolobampo.

Él y cuatro campesinos más de Juan José Ríos, Guasave y de Aguas de las Arenas, en Sinaloa municipio, voluntariamente decidieron sumarse a la protesta porque están viendo cómo la política agropecuaria del presidente Andrés Manuel López Obrador los va conduciendo a la miseria, pero cayeron en el retén ilegal que policías municipales y marinos montaron en el kilómetro 8 de la carretera Los Mochis-Topolobampo para impedirles el libre tránsito y su arribo al bloqueo.

CARRETERA LOS MOCHIS-TOPOLOBAMPO. Retenes preventivos.

“El presidente es un mentiroso. Nos engañó vilmente, porque creímos que el país cambiaría. Nos ofreció un precio de garantía para nuestras cosechas, nos pidió sembrar más, lo hicimos y ahora nos deja solos, peor aún nos echa encima a los cuerpos policiales. Para él, nosotros somos delincuentes. Ahora, nos vamos a defender, y si hay que tomar Pemex, carreteras, aeropuertos, puertos, para que el presidente cumpla su palabra, lo haremos”.

Don Pedro aguardó un momento bajo la sombra de una pingüica, y cuando el grupo se hizo robusto se lanzaron contra la policía, bloqueando el retén y la carretera. La policía reaccionó y les cerró el paso, y ahora todo estaba detenido.

Justo atrás de ellos, se acercaban a Sinaloa tres camiones de productores de Sonora que llegarían al bloqueo de Pemex, y lo hicieron. La fuerza, la masa, y la ira acumulada de los hombres del campo frenó también un desalojo policial de Pemex por la Guardia Nacional y la Policía Estatal Preventiva, que ahora se volcaba contra el pueblo.

Luego, los hombres armados y uniformados se retiraron.

Cristóbal Castañeda Camarillo, secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, intentó disuadir a los manifestantes para que liberaran Pemex, con el argumento que el desabasto de gasolinas comenzaría en breve y ello encarecería la cadena de suministros. No lo consiguió porque los hombres del campo estaban firmes. “¿Quieren Pemex?, fijen 7 mil pesos a la tonelada de maíz blanco y 8 mil para el trigo; no hay precio de garantía, no hay liberación”, sentenciaron.

El ejemplo de Los Mochis explotó, pues las instalaciones de Pemex en Guamúchil y Culiacán, fueron cerradas; y la situación estaba por empeorar para el gobierno.

Luis Cruz Carlón, presidente del distrito de riego del Río del Yaqui anunció que, a partir de este lunes, los productores de trigo y de maíz blanco de Sonora tomarán las oficinas de la secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) porque su titular, Víctor Manuel Villalobos nada más no resuelve nada, y de persistir la negativa a fijar los precios de garantía se extenderán las protestas.

Estamos maldecidos por el gobierno, pues parece que los 8 estados que producimos 20 millones de toneladas somos los delincuentes, pues hay un “patrullería” por donde quiera, dijo otro de los líderes agropecuarios de Sonora.

Aquí, en Sinaloa hay “guevos”, y eso debe de contagiar a otros estados para que reclamen el precio justo a las cosechas y se asigne subsidios en lugar de los votos.

José Manuel Orduño Lugo, líder campesino de Juan José Ríos, Guasave, aseguró que la demostración de fuerza policial del gobernador Rubén Rocha Moya ya no asusta a nadie, y tampoco las prácticas de intimidación del presidente Andrés Manuel López Obrador con la Guardia Nacional.

César Enrique Galaviz Lugo, presidente de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur, y Enrique Riveros Echavarría de la Asociación de Agricultores de Culiacán, criticaron que el gobierno responde con tolete y bota a las demandas de precio de garantía justos para el maíz y trigo, y afirmaron que es condenable que en lugar de destinar subsidios envíen corporaciones.

Aseguraron que en el gobierno federal no hay política agropecuaria para mantener la soberanía alimentaria, sino compra de votos para mantenerse en el poder.

Ambos afirmaron que, durante los tres años anteriores, el gobierno nadó de muertito porque las condiciones de los mercados hicieron redituable el precio del maíz, pero este año sucede lo contrario, lo que debe forzar al gobierno a sacar los ahorros que debió tener para esta contingencia. “Si los gastó en subsidios electorales, pues que los suspenda y los entregue a quienes producen alimentos”.

Marte Nicolás Vega Román, presidente de la Confederación de Asociación Agrícolas de Sinaloa (Caades) arengó que el campo está en la peor crisis de los últimos 15 años, pues en este ciclo se juega la subsistencia del país y la permanencia en una actividad noble. “Si las cosechas no tienen un precio de garantía justo, el próximo año no vamos a sembrar. Muchos terminarán endeudados, a tal grado que se verán forzados a rentar, lo que no es negocio”.

Por eso, él y sus demás líderes llamaron a la unidad gremial, pues llegó la hora de exigirle la palabra al gobierno.

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