Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Reforestación, “barril sin fondo”

Las promociones de programas de reforestación que se realizan a lo largo y ancho del país, han sido y son acciones que difilmente pueden evaluarse en sus resultados finales, pero generalmente sirven para jalar reflectores, dando la apariencia de preocupado por cuestiones ecologista y por el cambio climático. 

Para referirnos a Mexicali, nuestra ciudad pudiera ser una selva tropical, con tan solo la existencia de una mínima parte de los arboles que promotores de la forestación, han dicho plantaron, anuncio que les ha valido reconocimiento público de ciudadanos, elogios de funcionarios y de políticos y de uno que otro comunicador de lo que le dicen hicieron.

Hace años, José Santana Peraza, fue bautizado, por periodistas, como “El apóstol del árbol”, denominación con la que se promocionó dentro de las filas del Partido Revolucionario Institucional, sin embargo, nunca pudo justificar la ubicación de los miles y miles de plantas que sumaron en sus promociones de forestación.

Periodistas y comunicadores, afines al partido o al político, pretendieron validar los anuncios sobre los miles y miles de árboles había dicho plantado, mencionando que se habían entregado, por tanto, si las plantas no existieran físicamente, era por mal manejo de los receptores.  

También el programa de Mexicali Verde resultó un fracaso porque los álamos sevillanos no se adaptaron a las condiciones climáticas de la región y a los efectos dañinos de una plaga que, al igual que el hongo negro que provocó la secadera de los yucatecos, no fue controlada.   

La forestación de la calzada de “Los Presidentes”, ha tenido altibajos en los acotamientos, pero un total fracaso el proyecto de plantación de cientos de buganvilias, sobre la tierra que cubre la bóveda, de las cuales quedan alrededor de una decena.

Lo mismo habría pasado con los arboles frutales que se pretendió establecer en el camellón central, sin considerar el daño a la bóveda, toda vez que la tierra que le cubre no es suficiente para el adecuado desarrollo del sistema radicular, sin afectarla.

La falla de este tipo y de otros programas o proyectos es producto de la ignorancia de los funcionarios que, sin conocimiento de los temas, ilusionados por lo que les dice el promotor, aceptan y hasta invierten recursos públicos, pretendiendo hacer un beneficio a la comunidad, con el natural reconocimiento público que a ambos les interesa.

Recordamos a un amigo que, siendo alcalde, compró la idea de desarrollar turísticamente la zona sur del valle, procurando el beneficio que le mencionaba el promotor para el poblado “El Indiviso”, pero a lo largo los tres años de su administración, no vimos ningún resultado del “Turismo Contemplativo” que le vendieron.   

Ya casi al final de su administración se empezaron a conocer con mayor intensidad la presencia de la delincuencia, en los pocos caminos vecinales de aquella zona, elementos del entonces todavía Glorioso Ejercito Nacional, se dedicaron a construir zanjas o bordos para evitar el aterrizajes de naves aéreas, cancelando cualquier posibilidad de desarrollo.        

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