ENSENADA, B.C. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se integró de manera interactiva al proyecto la Noche de la Ciencias, con el módulo “Concheros de Baja California”, en donde alrededor de 120 niños realizaron ejercicios simulados de una excavación y hallazgos arqueológicos con la utilización de instrumentos como magnetómetro y herramientas arqueológicas.
Con el objetivo de acercarse a la comunidad para mostrar parte de sus investigaciones, esta actividad se practicó en los patios del edificio de Ciencias de la Tierra, del Centro de Investigaciones Científicas y Educación Superior de Ensenada (CICESE), quienes cada año organizan el proyecto Noche de la Ciencias, en coordinación con la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por invitación del mismo CICESE, en el módulo Concheros de Baja California, tomaron parte el Dr. Marco Pérez Flores, geofísico del CICESE; las arqueólogas Enah M. Fonseca Ibarra y Fiorella Fenoglio Limón, así como el historiador Horacio González Moncada del Centro del INAH-BC.
El trabajo conjunto entre CICESE e INAH, nació años atrás cuando arqueólogos y geofísicos trabajaron en conjunto para identificar distintas áreas de actividad en sitios misionales y concheros. Ahora surge un nuevo proyecto interdisciplinario denominado “Ciencia en movimiento”, en donde la ciencia, la tecnología y las humanidades se han fusionado, y de lo cual brindará información posteriormente el Director del CINAH-BC., antropólogo Jaime Vélez Storey.
En cuanto a la Noche de las Ciencias, la actividad consistió en la representación de un fogón en un conchero (lugar de la cocina donde hace el fuego y se cocina), en torno al cual se habló sobre los grupos nativos de la región y se relataron historias tradicionales indígenas.
El patrimonio arqueológico de Baja California se caracteriza por su singularidad. Durante miles de años, la península fue ocupada por diferentes bandas de cazadores-recolectores-pescadores. Hoy en día podemos encontrar sus campamentos costeros (concheros) donde preparaban y consumían alimentos, retocaban herramientas de piedra, manufacturaban ornamentos y pernoctaban hasta que era el momento de trasladarse al valle o la sierra, comentó la arqueóloga Fonseca Ibarra.
Luego de las narraciones, los participantes se conducían al espacio en donde fueron creados areneros para que realizaran como ejercicio una excavación y hallazgos arqueológicos (con material de piedra, huesos y conchas previamente implantados), con la utilización de instrumentos como magnetómetro y herramientas arqueológicas.
De las 15:00 a las 22:00 horas el sábado 7 de los corrientes, las decenas de niños participantes aprendieron a relacionar los saberes especializados apropiados desde la disciplinariedad, mediante la conjugación de métodos de investigación científicas y la articulación de las formas de organización de las actividades realizadas entre Geofísicos y Arqueólogos.
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