¿Cuál fortaleza cenecista?
Por César Villalobos López
Las ambiciones e intereses personales de quienes al amparo de las siglas de la Confederación Nacional Campesina han sido privilegiados con candidaturas e inclusiones en las nóminas de los tres niveles de gobierno, son el principal obstáculo para lograr una candidatura de unidad en torno a la renovación de los cuadros directivos de la Liga de Comunidades Agrarias y sus comités municipales.
A eso súmele las pretensiones de algunas vacas sagradas que, desde la capital del país, a más de 3 mil kilómetros de distancia y con total desconocimiento de las condiciones y necesidades de los campesinos bajacalifornianos, pretenden imponer a quien consideran, en un momento les podría ser útil en cuestiones políticas.
Desde antes del inicio del proceso electoral de la Liga de Comunidades Agrarias se observa que no pasa de una treintena de personas las participantes en los conclaves donde infructuosamente, hasta el momento, se busca la conformación de una planilla de unidad.
De esa treintena hay quienes, de siempre, les ha sucedió a que al “gallo enano” y en querer y no alcanzar se la han pasado todos los años, pensando que, “ahora sí”, seré directivo y/o candidato.
Independientemente del interés local y las pretensiones centralistas, la realidad es que, Humberto Calixto Mendoza, delegado del Comité Ejecutivo Nacional, con funciones de presidente de la Liga, desde el pasado mes de octubre, luego de su presentación de parte de Ismael Hernández Deras, cabeza de la otrora “Gloriosa” Confederación Nacional Campesina, ha carecido de capacidad y liderazgo para poner orden y a cada quién en su lugar.
Pero no solo eso, aquí encontró una zona de confort que le permite vivir en mejores condiciones que en su lugar de origen, siendo posiblemente el motivo de su indiferencia en el cumplimiento de la responsabilidad conferida al reemplazar a Javier Cital Camacho en la presidencia del organismo.
Sin duda, esta situación afecta, no solo a la CNC, sino también al Partido Revolucionario Institucional, del cual se supone que la agrupación campesina es uno de sus pilares, muy desquebrajado, por cierto, toda vez que una buena parte de los campesinos ha encontrado en las promesas y proyecciones del gobierno de Andrés Manuel Lopez Obrador, una esperanza en busca de políticas públicas que, hasta el momento no son claras.
Una liga en esas condiciones, que respaldo le puede ofrecer al ex diputado y exsenador Víctor Galicia, quien aspira a ser considerado por el Revolucionario Institucional como candidato al gobierno de Baja California, compitiendo con Enrique Acosta Fregoso y Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo por la nominación.
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