Por Miguel Valle Campos *
En el manejo del agua es necesario comenzar de cero porque la corrupción lo domina todo. De ese tamaño es la devastación en que se encuentra el manejo y explotación del recurso vital, el que antes se consideraba “la bendición” para Sinaloa.
El anuncio de que la nueva directora general de la Comisión Nacional del Agua será una científica del recurso hídrico, Blanca Jiménez Cisneros, plantea la necesidad de una reconversión estratégica en el sistema que opera el manejo del agua en el país.
Todo el sector del agua está corrompido por mafias de alta burocracia, representantes de productores y particulares influyentes.
Estas son las seis lacras que “privatizaron” el agua por la fuerza:
1-Los módulos de riego no están en manos campesinas inicialmente concesionadas.
2-Los cauces de los ríos producen fortunas a unos cuantos explotadores que pagan grandes comisiones a funcionarios.
3-Las redes mayores mienten al decir que el agua la venden los módulos: ellas influyen para hacer sus propios negocios fuera de los distritos.
4-La CONAGUA está invadida por burócratas ineptos y cazadores de oportunidades de enriquecimiento. Los técnicos fueron suprimidos.
5-Además, la dependencia abandonó su responsabilidad de comisario de los módulos. Estas empresas sociales ya no son administradas por agricultores y ejidatarios sino por caciques que los dominan por la fuerza. Así, el agua, un bien nacional estratégico y prioritario, está fuera de control para el gobierno. El recurso se privatizó sin necesidad de pasar por el poder legislativo federal.
6-La Asociación Nacional de Usuarios del Riego, se volvió en este sexenio propiedad particular de Quintín Suárez Andujo, quien lo mismo impone funcionarios en el Organismo Cuenca Pacífico Norte que consigue obras por su cercanía con el director general de la CONAGUA, Roberto Ramírez de la Parra.
PEÑA NIETO DEJÓ EN INDEFENSIÓN A LOS PRODUCTORES
En este sector estratégico medran grupos externos coludidos con funcionarios de la dependencia y de los módulos de riego para controlar el flujo del recurso hídrico hacia todas las actividades productivas e incluso regulan la cuota para consumo humano.
Si el gobierno panista de Felipe Calderón Hinojosa no terminó su proyecto de privatizar el agua, esquema que registró mayor avance en Sinaloa que en el resto del país con apoyo del gobierno de Mario López Valdez, el de Enrique Peña Nieto lo hizo posible con la misma estrategia que permitió el posicionamiento de la delincuencia organizada en el país: dejar en total indefensión a sectores económicos para ser explotados por grupos de presión externos.
Así se terminó la democracia en las renovaciones de directivos en los módulos de riego, de donde expulsaron a los comisarios o supervisores de la CONAGUA que daban seguimiento a todas las acciones de las empresas sociales, que además reciben financiamiento federal para obras de ampliación y de reparación de la infraestructura y para la adquisición de maquinaria pesada requerida en la conservación de canales, drenes y caminos. Ninguna supervisión o auditoría se conoce sobre esos recursos públicos.
El gobierno de la república es, para productores privados decididos a denunciar los trafiques con el agua a pesar del riesgo de represalias en su contra, el primer sospechoso de la corrupción que se ha desbordado en toda la estructura operativa y administrativa del vital líquido.
QUITAN DEMOCRACIA A MÓDULOS; ANUR COBRA, PERO NO DEFIENDE
El primer indicio de que la CONAGUA se desatendía del uso del bien nacional fue el retiro de sus comisarios de las sesiones de los distritos de riego.
Luego, la ocupación de los cargos directivos de los módulos fue decidida fuera de las asambleas de usuarios por intervención de grupos ajenos a ejidatarios y agricultores que sólo en apariencia comparten la dirección de esos organismos.
Está igualmente de evidencia la permisividad del director de la CONAGUA, Roberto Ramírez de la Parra, para que la Asociación Nacional de Usuarios de Riego (ANUR), a cargo de Quintín Suárez Andujo, sea a la vez representante de los productores, encubridor del saqueo en los módulos y gestor y ejecutor de obras hidráulicas, mediante el influyentismo adquirido desde la gestión de David Korenfeld.
Resalta el hecho de que abruptamente concluyeron los procesos de elección de directivos de los módulos, que antes permitían la competencia por presentar mejores y más eficientes programas administrativos y de construcción para ganar el voto de los socios. Ahora, el “dedazo” de los caciques indican quienes serán los nuevos responsables de las empresas.
ANUR ES DICTADURA; CALLA ANTE VIOLENCIA CONTRA SUS SOCIOS
Ante esta usurpación del poder financiero, técnico y administrativo de los módulos, su representante nacional, guarda silencio y se dedica a cobrar cuotas de militancia, sin defender la autonomía de los usuarios decretada hace 25 años.
El mismo Suárez Andujo se ha beneficiado de la autoridad perdida por los socios de cada módulo, porque sólo él ha logrado reelegirse por tres periodos trienales, argumentando que las bases “lo aclaman y lo piden”.
La ANUR ha establecido conexiones secretas con las redes mayores de los distritos de riego, para entrar directamente en la venta del agua en sus zonas de influencia, para quitar volúmenes de riego a los módulos y venderlos fuera de los distritos.
Esto ha generado conflictos que han terminado con agresiones violentas contra directivos de esos organismos que se oponen al despojo del recurso hídrico.
ANDUJO CALLA: QUIERE APOYO DE CACIQUES PARA SU PLAN POLÍTICO
El membrete que representa Suárez Andujo guarda silencio ante hechos de esa naturaleza perpetrados para replegar toda resistencia de los auténticos campesinos dentro de los módulos. Los delitos han llegado a la comisión de asesinato, en la región operativa del dirigente nacional, quien no se atreve a denunciar lo ocurrido, por complicidad, temor o conveniencia. O por los tres motivos.
Suárez contemporiza con los caciques por otra razón personal: quiere desarrollar una carrera política. Para eso apoyó y financió la campaña de Mario Zamora Gastélum y presionó en los módulos para promover el voto del PRI en el sector productivo. Cree haber hecho méritos para aspirar a una postulación hacia un cargo con bandera tricolor.
La CONAGUA, el riego, los presupuestos para la mejor conducción del agua, están en manos de caciques regionales, con la complicidad de la ANUR y de las redes mayores, convertidos en propiedad de una camarilla de funcionarios solapados desde la dependencia federal.
Detrás de las redes mayores destaca el poder de directivos inamovibles en sus cargos desde la creación de esos organismos de productores, pero no de una misma camarilla directiva.
PRIORITARIO RETOMAR EL MANEJO DEL AGUA
El nuevo gobierno federal encontrará una densa red de corrupción y complicidad en el manejo del agua, que fue arrebatada a los productores supuestamente beneficiados por la desconcentración del bien nacional mediante la creación de los módulos de riego.
Los problemas surgidos en este sexenio en el sector obedecen a tres causas relevantes:
1. Que de la CONAGUA desaparecieron los técnicos altamente especializados en el manejo del agua y en su lugar se instalaron burócratas sin experiencia que llegaron a vender como propiedad propia el recurso hídrico, operando sin conocimiento los sistemas de riego y enriqueciéndose con las concesiones de los cauces de los ríos para explotación del material pétreo. Todos los ríos del país están en esta situación.
2. La inclusión de la CONAGUA en el ámbito de la competencia de SEMARNAT, aceleró el proceso de pérdida de control del agua de productores agropecuarios que antes acordaban estrategias con dependencias más afines, como las desaparecidas secretarías de Recursos Hidráulicos y de Agricultura y Recursos Hidráulicos. Dos secretarios ignorantes de este rubro durante el sexenio que agoniza, Juan José Guerra Abud y Rafael Pacchiano Alamán, permitieron toda clase de desviaciones en la CONAGUA.
3. La intervención durante todo este periodo gubernamental de David Korenfeld en las principales decisiones en el manejo del agua, como negocio de la misma camarilla señalada por corrupción. Korenfeld es el autor del esquema de trasiego del recurso hídrico y alentó hasta principios de este año la privatización del recurso natural preponderante como una reforma que encarecería el consumo del agua para todos los mexicanos, en beneficio de unos cuantos magnates influyentes. En Sinaloa se dieron pasos concretos desde el gobierno anterior para privatizar el riego y entregar el negocio al mismo clan que hundió a la Compañía Azucarera de Los Mochis, uno de los grupos favoritos del pasado reciente.
Korenfeld es el cerebro de la privatización del agua mediante concesiones vitalicias que trata de impulsar el gobierno federal mientras mantiene el control del Congreso de la Unión
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