- Estiman deuda de 800 millones de pesos
- A Financiera Rural y a empresas privadas
- Financiera revisaran 10 casos cada día
- Habrá quitas de intereses y costas
- Soslayarán registro en Buró de Crédito
- Otorgarán créditos a nombre de hijos
- Empresas negociaran por separado
Por César Villalobos López
MEXICALI. – Tras cerca de 60 horas de plantón en las instalaciones de la Financiera Rural, los ejidatarios, colonos y propietarios rurales que arrastran una cartera vencida fluctuante entre 600 y 800 millones de pesos, por adeudos con la misma Financiera y con empresas privadas, aceptaron incursionar en el tratamiento propuesto, para negociar saldos e intereses, la detención de juicios y la posibilidad de nuevos créditos oficiales, quitando las cadenas para la apertura de oficinas.
Esto luego de una videoconferencia con la presencia de funcionarios de oficinas centrales y regionales de la Financiera, con Luis Salomón Faz Apodaca, gerente local, productores y promotores del plantón, entre los que se encontraban el profesor Luis Rosales Ramírez, Francisco Javier Quintero Lugo, Tuto Espinoza, Gustavo Melgoza y otros.
De acuerdo con Faz Apodaca, los productores con adeudos directos con la Financiera Rural son poco más de 40 y para analizar los casos en forma personal, desde el pasado jueves se inició la atención de diez por día y se buscaran las mejores alternativas para que puedan pagar sus adeudos, así como a su reintegración a la productividad con nuevos financiamientos.
Por lo que respecta a los adeudos con las empresas habilitadoras a productores de trigo, algodón, avena, sorgo y otros, se ha venido platicando con Agrovizión, Pavsa, Tepeyac y Molinera del Valle, sobre posibles tratamientos a las carteras analizando situaciones económicas y avances jurídicos.
En el caso de la Financiera se dio apertura para que la gerencia local tome determinaciones sobre convenios judiciales de pago, eliminación de costas e intereses, analizando las condiciones y la capacidad de pago de cada cliente.
Sobre los procesos judiciales se determinó que se podrían retrasar los procesos de embargo, en tanto continúan las revisiones y negociaciones, tanto en los adeudos con Financiera Rural como con empresas habilitadores.
Respecto al registro de deudores en el Buró de Crédito, ni la Financiera, ni las empresas tienen acceso para borrarlos, pero el caso de la Financiera aceptó revisar solicitudes de crédito a nombres de hijos o esposas que no aparezcan como deudores o mal record en el Buro, con el propósito de que continúen cultivando la tierra.
JUSTIFICACION DE LA TOMA
Sobre el cierre de las oficinas de la Financiera Rural, desde el pasado lunes y hasta la tarde del miércoles, Francisco Javier Quintero Lugo, -todavía presidente del Sistema Producto Trigo, debido a que las dos convocatorias para la renovación de directivos no tuvieron respuesta de los agricultores- explico que la manta alusiva hacía referencia al presidente electo, Andrés Manuel Lopez Obrador, como producto de la desesperación ante el abandono de los funcionarios del gobierno por concluir a nivel federal y por la poca respuesta del gobierno de Baja California.
Recordó que el problema de las carteras vencidas inició hace varios años y se ha venido planeando, en busca de alguna alternativa de solución, en el gobierno federal, a varios Secretarios de Agricultura y altos funcionarios de esa dependencia, se ha tratado por conducto de diputados federales y en el estado se hizo de conocimiento del gobernador Francisco Vega de Lamadrid y se han tenido múltiples reuniones con Manuel Valladolid Seamanduras, titular de Desarrollo Agropecuario, sin resultado alguno.
Destacó que en los diferentes grupos con el mismo problema posiblemente se tenga un universo de cerca de un millar de productores del sector ejidal, la colonia y la pequeña propiedad, mismos que en números gruesos pudieran tener un pasivo que podría ir de los 600 a los 800 millones de pesos en total.
Sobre la fluctuación del monto, Quintero Lugo dijo que es consecuencia de la información precisa sobre montos principales, intereses normales, moratorios y otros que elevan los adeudos de cada productor, dependiendo la fuente de financiamiento.
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