Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano…

Una amorosa despedida

Por Gladys Villalobos*

“Pero te amo…entonces ámame. Pero te extraño…entonces extráñame. Envíame luz y amor cada vez que pienses en mi” se dicen Liz y Steven en una escena de la película “Comer, amar y rezar”, adaptación del libro de Elizabeth Gilbert. Una escena de amorosa despedida. Entender que el amor no termina con la ausencia. Al diálogo agregaría “y sonríe con el corazón por el gozo de los momentos vividos”.

La primera vez que vi esta película fue con mi amiga Verónica. “¿¿No la has visto??… ¡Te va a encantar!” me dijo con mucho entusiasmo y como acepto con facilidad dejarme encantar, accedí y a la fecha, la sigo disfrutando 

Era una de sus películas preferidas, uno de sus libros de cabecera. Se sabía los diálogos y era referencia para la vida cotidiana. “Vamos a un lugar donde comamos pasta como Liz” me dijo en alguna de sus visitas a esta ciudad. Y así fue, fuimos y comimos pasta como Liz y pizza, cerveza y postre. Entregadas al hedonismo como regularmente nos vivíamos las 3 o 4 veces al año que nos veíamos desde que vivo en la Ciudad de México.

“La felicidad es consecuencia de un esfuerzo personal. Luchas para conseguirla, la trabajas, insistes en encontrarla y hasta viajas por el mundo buscándola” decían en su película preferida y ella lo tomo como mantra. 

Tomó decisiones, le puso acción a sus deseos, se reinvento, no desistía, se cansaba y volvía a tomar impulso. Se permitió ese viaje al interior y trabajo por viajar ligero, adentro y afuera. Tenía los ojos puestos en el mundo y el corazón dispuesto.

El pasado lunes 26 de junio, falleció mi amiga Verónica, la Vero. “Mija, ¿nunca has usado un selfie stick, verdad? …No, respondí. “Te voy a enseñar…mira, hazle así” estando las dos en el lobby de un hotel en el centro de la CDMX, ciudad que disfrutaba tanto como yo a ella.

A Verónica la sostenían dos grandes alas que la llevaran lejos: el humor y el amor. Con esas grandes alas viaja y recorre el mundo, es libre y llegó en paz a la palma de la mano de Dios, donde vivirá eternamente. De vez en vez, saldrá a darse una vuelta por ahí.

Amiga, un honor el coincidir contigo en esta vida, el conectar, el elegirnos, tu voluntad hacia mí, tu tiempo, el recibirme en tu hogar, el compartirnos a través de los años. Gracias por las conversaciones, por lo silencios, por tus atenciones, por el agua de cebada para mis padres, por los ojos chinos de tanto reír y el dolor de panza por tanto comer. Vives en mi recuerdo, habitas mi corazón. 

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que lees, valoro tu tiempo. 

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ 

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