Entre Los Surcos…

Los malos ejemplos cunden

Por César Villalobos López

Lo que viene ocurriendo a nivel nacional, como consecuencia de la retórica barata, pendenciera y resentida por la incapacidad para ejecutar las propuestas hechas a los mexicanos por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su campaña del 2018, esta cundiendo en los niveles gubernamentales del país y en lideres corrupto de Baja California, como es el caso de Gustavo Rodriguez Cabrales, presidente de la abandonada Unión Ganadera Regional y del destartalo Comité de Protección Pecuaria, donde además cobra como director o gerente.   

Resulta que, Rodriguez Cabrales, tiene confundidos, a base de engaños, a los ganaderos miembros de la Unión, con el cuento de que, para fines de sanidad, en Baja California existen dos zonas, la “A” y la “B”.

La realidad es que la zona “A” desapareció automáticamente cuando por negligencia de los funcionarios de la Sader y la SaderBC, así como la irresponsabilidad de Rodriguez Cabrales, se perdió el reconocimiento del USDA -Siglas en ingles del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos- debido a que se gasto el dinero y no realizaron los trabajos para mantenerla como zona libre de garrapata.

Con este desconocimiento del USDA, los pocos ganaderos criadores perdieron la opción de exportar sus becerros al vecino país, sin que exista ninguna posibilidad de restituir el reconocimiento a corto plazo, pese al compromiso de la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, engañada por las versiones que le hacen llegar sus colaboradores, de la ahora Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.    

Curiosamente, en los dos gobiernos de la 4T sus titulares le han cambiado de nombre, pero ni economista Héctor Haros Encinas, ni el arquitecto Juan Melendrez Espinoza, obtuvieron mayor capacidad imaginativa para impulsar el desarrollo de las actividades productivas del sector primario.

Haros Encinas presumió como logro propio, la operación del CCIIAA, obra que antes le critico a Quico Vega y por un tiempo mareo a los productores con ambiciosos y maravillosos proyectos que al final solo quedaron en eso, incluyendo el trigo sin gluten, que realmente no es trigo. Tampoco consiguió la prometida indemnización de Bayer, con sus contactos en Alemania, para los algodoneros afectados con semilla de bajo potencial de germinación.

El arquitecto Melendrez Espinoza posiblemente crea que distribuyendo gallinas, chivos y borregos o plantas para supuestos huertos familiares, va a resolver los graves problemas del campo, cuando hizo lo mismo como diputado y sin resultados, pero su imaginación no le da para más.

About Author