Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Estancada y mediocre la educación en BC; Postlethwaite

“Por el momento, un millón de niños y jóvenes esperan y merecen una respuesta pronta y favorable; ya no podemos permitir que sus vidas sigan atrapadas en la pobreza del saber, en la desigualdad de oportunidades y en la desilusión social”

MEXICALI. – La vulnerabilidad en que se encuentra Baja California demanda transformaciones estructurales integrales frente a un esquema institucional que demuestra agotamiento en la que se ve acentuado el deterioro social y en donde la educación nuevamente es llamada a ser un importante eje transformador en la sociedad. De ella emergen viejas y nuevas preocupaciones en torno al porvenir de nuestro estado.

La educación en Baja California vive estancada en la mediocridad, por debajo de lo que cabría esperar de su tradición, historia y potencial.

Particularmente se declara una condición de «crisis» en el sistema educativo estatal, ante la evidencia reportada por situaciones, corno las siguientes: Solo dos de cada diez alumnos que ingresan a media superior, egresan con los conocimientos básicos que debió adquirir. Lo mismo ocurre con tres de cada diez estudiantes en secundaria y cuatro de cada diez en primaria; esto implica que la gran mayoría de los alumnos son incapaces comprender lo que leen, comunicarse por escrito y realizar cálculos básicos matemáticos, ante todo, la institución por sí sola, es incapaz de renovar sus procesos para alcanzar mejoras incrementales en rendimiento y de calidad.

La calidad de los aprendizajes (B.C.) es del todo insuficiente.

Es Urgente crear una estrategia para atender el bajo desempeño en matemáticas en primaria, secundaria y media superior, así como reforzar lenguaje y escritura en primaria; Y, después de dos años llega la tormenta perfecta; se estima una pérdida adicional de dos grados del logro escolar y con un impacto grave socioemocional en los alumnos que hasta ahora nadie ha visto.

Por lo anterior, el sistema educativo estatal requiere cambios de fondo; es imposible no reconocerlo. Reformular el modelo educativo significa disponer, como punto de partida, de una actitud gubernamental abierta para construir una sinergia que promueva un diálogo constructivo entre los maestros, padres de familia, autoridades, empresarios, universitarios y actores sociales para mejorar las condiciones que oprimen a nuestros alumnos en situaciones que enriquezcan su desarrollo personal.

Sin embargo, la realidad no da tregua y nos impone para iniciar, la necesidad de no volver a cometer los errores del pasado. Desgraciadamente, la anterior administración pública estatal, sin razón ni justificación, demostró una fría indiferencia y una cerrazón para escuchar e implementar propuestas viables de mejora educativa; acentuando el deterioro escolar a un millón de alumnos inscritos en el sistema estatal.

Ahora bien, aferrarnos al pasado o al estado actual de las cosas es una ilusión falsa. Debemos de aprender de los errores y aprovechar las oportunidades que siempre surgen en tiempos de crisis. Frente a esta desafiante realidad la Gobernadora Marina del Pilar Ávila debe decidir entre dos avenidas: seguir empeñada en la práctica inercial de dejar hacer y dejar pasar, enhebrada por la opacidad e ineptitud como su antecesor o va a inspirar confianza para abrir espacios de diálogo para construir juntos un plan estratégico con objetivos y metas claras que logren con el paso del tiempo un sistema educativo estatal de excelencia.                                                                                                            La educación es, sin duda, la puerta de las oportunidades y, en este momento, la Gobernadora es quien tiene la llave para iniciar la modernización del sistema estatal, para que todos nos involucremos a mejorarlo, en reinstalar la esperanza en la educación para que los niños de hoy se conviertan en ciudadanos ejemplares y líderes de mañana.

Por ello, es preciso que la Gobernadora priorice el tema de la educación en su plan de gobierno abra la puerta a la innovación, la transparencia y la participación social en el sistema educativo; de hacerlo bien, se distinguirá por haber impulsado con éxito un esfuerzo colectivo para ir forjando una nueva cultura para la educación y con ello, mejores niveles de desarrollo sociocultural y económico para todos.

COPASE confía en que la Gobernadora del estado retome el camino correcto y demuestre con voluntad y ética que, Si ES POSIBLE EL CAMBIO; por lo contrario, de volver a equivocarnos, la calidad de vida que todos aspiramos seguirá secuestrada por el peor enemigo: la mediocridad educativa. La puerta de las oportunidades no se abre sola, se abre con la fuerza de la voluntad, mente abierta y, como la enfatiza en su lema de gobierno: «con el corazón por delante».

Por ello, llegó la hora de imaginarnos y esforzarnos en algo distinto y mejor, en dar ejemplo con nuestras acciones y comportamiento más que con nuestras palabras y discursos.

Por el momento, un millón de niños y jóvenes esperan y merecen una respuesta pronta y favorable; ya no podemos permitir que sus vidas sigan atrapadas en la pobreza del saber, en la desigualdad de oportunidades y en la desilusión social; lo que hagamos hoy, será juzgado por la siguiente generación de bajacalifornianos – y debería hacerlo- en el hecho de que si la Gobernadora Marina del Pilar Ávila tuvo el valor para romper paradigmas y el talento en liderar una reforma estructural en el sistema educativo estatal, concluyó.

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