Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Bahía de Los Ángeles, un paraíso olvidado

Nació el municipio de San Quintín y sus autoridades han minimizado las necesidades de seguridad y de servicio oficiales a Bahía de Los Ángeles, reduciendo a solo dos elementos el número de policías municipales, en lugar de los 8 que se tenían, lo que ha facilitado el incremento de robos y otros tipos de delitos.

Sin duda, por el desarrollo observado, con visión a unos 25 años atrás, así como por la afluencia de turismo extranjero que genera una gran ocupación en hoteles dentro de la principal zona urbana y a lo largo de la carretera que termina en Playa La Gringa.

En los establecimientos de hospedaje en esa zona, para mi nueva y recomendada por la recepcionista del Hotel Villa Vitta, quien siempre con mucha amabilidad nos proporcionó la información a su disposición.

Aprovechamos la ocasión para visitar Casa Díaz, donde Antero Díaz, hijo, me llevó a recordar un viaje de pesca con Don Alfredo Gruel, sus hijos y el Ing. Joaquín Rosiñol, a Bahía de Las Animas, a donde diariamente llegaba el hermano de Antero para sacarnos mar adentro

Aprovechamos la ocasión para visitar Casa Díaz, donde Antero Díaz, hijo, me llevó a recordar un viaje de pesca con Don Alfredo Gruel, sus hijos y el Ing. Joaquín Rosiñol, a Bahía de Las Ánimas.

Lamentablemente, todo indica que las actuales autoridades de turismo, en la administración de Marina del Pilar Avila Olmeda, poco les importa participar en el impulso a la zona, toda vez que la caseta de información, estuvo cerrada viernes, sábado, domingo y lunes, al igual que el Museo.      

En  el trayecto de la carretera transpeninsular a Bahía de Los Ángeles, esta el Valle de los Cirios, superficie desértica, con una de las más interesantes y ricas diversidades de plantas de todo el mundo, casi 700 especies de cirios y cardones, estos últimos llegando a alcanzar hasta una altura de 15 metros.

Es uno de los lugares turísticos más visitados en Cataviña, ya que se cuenta dentro de los más grandes en el País, con más de 25,000 kilómetros cuadrados de superficie. Además, durante tu visita podrás observar: pumas, venados, coyotes, borregos cimarrones, camaleones, entre otros.

PINTURAS RUPESTRES

A 22 kilómetros del Centro Bahía de los Ángeles, transitando por un camino de terracería que conduce a la Misión de San Borja, se encuentran las Pinturas Rupestres Montevideo, en una de las orillas del arroyo de Montevideo; consideradas como unas de las pinturas más importantes de la península. Figuras abstractas de representaciones de animales, en su mayoría, con diseños geométricos como líneas rectas, triángulos, rectángulos rayados, círculos concéntricos y soles, entre otros.

Sin embargo, aquí hay un gran problema, no existen señalamientos y es fácil extraviarse por las bifurcaciones de caminos y la existencia de una puerta de acceso cerrada con candado y es difícil saber quién la tiene. La justificación del cierre de la servidumbre de paso es que se pastorea ganado. 

Misión de San Francisco de Borja 

Se localiza a 58 kilómetros de Bahía de Los Ángeles y es uno de los lugares turísticos más visitados cerca de Bahía de los Ángeles por su importancia. Fue construida por los misioneros jesuitas en el siglo XVIII en una región que los cochimíes llamaban Ádac, topónimo cuyo significado es probable que sea Mezquite o Lugar de Mezquites. Fueron los misioneros de la orden de los dominicos quienes la reconstruyeron en cantera. En un tiempo fue abandonada y saqueada, pero hoy en día está abierta y recibe la visita de viajeros y lugareños…

Mi estancia en Bahía de Los Ángeles, y una agradable compañía, me llevaron a recordar mi trajinar por esos bellos lugares, como por ejemplo este suceso:  

MISTERIO DE LOS DOS MUERTITOS  

Nino: “El Pájaro” -agente de la policía del estado- “le dijo a Hirales”, se refería a Salvador Hirales Barrera, director de la corporación: “jefe -, hay traemos a los dos muertitos, usted nos dice en donde los enterramos”, me informó Rafael Pérez Limón, reportero gráfico de La Voz de la Frontera, en el lobby del hotel Presidente, en San Quintín. 

No recuerdo el año, pero acompañábamos al gobernador Milton Castellanos Everardo durante una gira de trabajo por el sur del estado.

Fue una noche casi en vela, para ver donde hacían el hoyo para enterrar a los difuntos, pero nada pasó.

A la mañana siguiente continuamos el recorrido y si mal no recuerdo, Luis Montes Pinal, del periódico El Mexicano, también participaba en la gira.

Rafael, mi ahijado, no perdía de vista al vehículo tripulado por “El Pájaro”, y de cuando en vez se acercaba a la cajuela para ver si percibía algún mal olor, por los cuerpos en posible estado de descomposición, pero nada irregular ocurrió.

Ya por la tarde noche llegamos a Bahía de Los Ángeles, con Antero Diaz, donde nos hospedaríamos y diéramos cuenta de los platillos preparados para la ocasión de la distinguida visita.

Se nos dijo que al día siguiente llegaría temprano “El Cachanilla”, avión oficial del gobierno del estado, para trasladarnos a Mexicali y por el cupo de la aeronave nos tocó el segundo viaje.

Aprovechamos el espacio de tiempo para ira la isla y nos acompañó el profesor Isaías Aguilar, para disfrutar una hermosa playita, en la isla de enfrente, donde abundaban los lobos marinos que no dejaban nadar al profesor.

Ah, el misterio de los dos muertitos se terminó casi al concluir la cena ofrecida al gobernador Milton Castellanos, cuando “El Jefe Hirales”, dio la orden de hacer el entierro en la playa.

Con expectación, nosotros, mientras los demás presentes no mostraron ninguna sorpresa, observamos como excavaban en la arena, luego echaron leña y le prendieron fuego.

Al poco rato acercaron el vehículo y de la cajuela sacaron dos sacos de ixtle con elotes, cuando salieron asados o cocidos al vapor, todos dimos cuenta del misterioso cargamento.    

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