En opinión del maestro de la Universidad Autónoma de Baja California Sur y uno de los más connotados estudiosos de Ciencias Marinas del país Jorge Urbán, aún existen posibilidades de una recuperación de la vaquita marina, una especie en peligro de extinción endémica del Alto Golfo, de la cual –según algunos estudios citados por el investigador- apenas sobreviven entre 8 y 20 ejemplares, de los más de 170 individuos que habitaban en esas aguas del Mar de Cortés hace 25 años.
Con respecto a las versiones de algunos estudios en el sentido de que la vaquita marina está técnicamente extinta debido a que es tan reducido el número de ejemplares que ya no se pueden reproducir entre sí, el investigador señaló que esta “siempre es una posibilidad”, pero aclaro que hay indicios que señalan lo contrario “y es lo que da esperanzas; de otra manera desde hace años se hubiera tirado la toalla”, dijo.
Señaló que para calcular el número de individuos, los investigadores colocan micrófonos submarinos con los que se detectan y se graban los sonidos de las vaquitas, y luego los analizarse, sistematizarse y someterse a una serie de modelos matemáticos, se puede estimar un número aproximado, -siempre es una estimación- que en la actualidad apunta a la existencia de entre 8 y 20 organismos.
Jorge Urbán citó que luego de lo que habría sido el primer censo formal hace aproximadamente 25 años, la población de vaquitas ha ido en declive, fenómeno que coincide con el interés de la pesca de totoaba para extraerle el buche y exportarlo a China.
Antes, dijo, se pescaba totoaba para comer, pero cuando se comienza exportar la vejiga a China, se pusieron muchas redes y comenzó una brusca disminución de la población de vaquitas; a diferencia de otras redes en las que la vaquita choca, pero no se enmalla, en las totoaberas se enreda porque su tamaño es prácticamente igual que el de las totoabas; Y eso sucede no solo con las vaquitas, también pasa con tortugas, tiburones, y otras especies, agregó.
El maestro de la UABCS confirmó que la distribución original de la totoba era en todo el Golfo de California, especialmente en el norte, en donde las poblaciones de esta especie actualmente considerada oficialmente en peligro de extinción, se han recuperado; incluso, dijo, con posibilidades de alguna explotación como pesca deportiva.
Con respecto a la liberación de totoabas juveniles provenientes de granjas ubicadas en la Bahía de La Paz que se han echado al mar en aguas de Bahía Concepción y frente a Loreto, Jorge Urbán consideró que es necesario dar seguimiento y hacer los estudios correspondientes.
Si de lo que se trata es de repoblar está bien dijo, porque aquí es su hábitat histórico, pero debe ir acompañada de la parte legal, debe haber tiempos, monitoreo, estudios para saber sobre la abundancia de totoaba, algo que no existe, porque como no es una pesquería comercial no hay recursos para hacer evaluaciones: y no se declara comercial porque no sabemos cuántas hay, y no podemos saber cuántas hay porque no es comercial, es un criterio que se debe de romper para poder avanzar, concluyó.
*Del portal https://agronoticias.com.mx/
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