Los que saben…

“¡El fin está cerca!, ¿no lo sienten?”

Por Orfalinda Hinojosa Elizalde/ InfoCampoBC

Con la mirada desorbitada, el cabello revuelto y notablemente alterado, el tebano se topa con Hércules, Phil y el caballo alado Pegado, en la película animada producida por Disney en 1997, para advertir con mucho temor y gritarles en la cara: “¡el fin está cerca!, ¿no lo sienten?”, de la misma manera los productores de trigo avizoran un panorama similar, sin el caricaturesco contexto de la historia infantil que consiguió en esos años la famosa empresa estadounidense.

¿A qué se debe esta burda referencia? A que, como vulgarmente se dice, “ya se juntó la lavada con la planchada”, es decir, a días del inicio de la cosecha de trigo en el Valle de Mexicali de las poco más de 30 mil hectáreas sembradas, de acuerdo con información de la SADER Federal en Baja California, representa el 90% del cumplimiento programado, no hay un precio pactado por tonelada, además, de acuerdo con la bolsa internacional de granos de Chicago, el contrato a oscilado entre los 206 a los 199 dólares por tonelada desde la semana pasada hasta la mitad de esta, lo que significa una mala noticia para los productores, porque no hay certidumbre en la ganancia que obtendrán y sí la inversión que exige el cultivo hacer por hectárea. 

Si de eufemismo se habla; el reto es grande, si de realizada se  habla; “¡el fin está cerca!, ¿no lo sienten?”, porque además de que no hay un precio por tonelada, debido a que a estas bajuras del partido todavía no se reúnen los industriales del grano local y los trigueros, cada ciclo agrícola los productores se desaniman a sembrar, además del recorte del volumen de agua que llega por el Río Colorado a este distrito de riego que corre el riesgo de quedar sin los cultivos de mayor superficie en el Valle y dejar paso a los de mayor valor: las hortalizas.

Con profundo pesar se verá en el Valle de Mexicali, que cada año, menos trilladoras, menos picadoras, menos cortadoras de alfalfa se verán en cada parcela, todo porque, así como lo gritó el hombrecillo desesperado de la película “Hércules”, efectivamente “¡el fin está cerca!, ¿no lo sienten?”.