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Periodismo desde San Quintín

Por Rodolfo Guevara

Aún en la agonía de su responsabilidad como presidente del Concejo Municipal Fundacional de San Quintín (CMFSQ), Jorge Alberto López Peralta continúa recibiendo el fuego amigo de sus propios compañeros de partido, funcionarios públicos y diputados emanados de este, ya que no le perdonan haber tenido la intención de participar como aspirante a la candidatura para la presidencia municipal.

Como siempre sucede hasta en las mejores familias políticamente hablando: “viva el rey, muera el rey”. Esto se dice en un sentido figurado debido a que López Peralta ya va a concluir su gestión y se inicia un nuevo gobierno municipal de elección popular, lo cual ha provocado que se empiecen a filtrar a los medios de comunicación acciones poco claras acerca de este.

 Inicialmente habían filtrado información sobre la rebeldía que pretendían mostrar algunos concejales para no asistir a una reunión del CMFSQ, que tenía como tema central solicitar al Congreso del Estado la autorización de un gasto para un rubro; y recientemente ventilaron el tema del proyecto de pavimentación de la calle que conduce a la Universidad Benito Juárez.

A lo anterior habrá que sumar lo que se acumule en los aproximadamente 38 días que le restan a López Peralta para entregar las riendas del gobierno municipal (el próximo primero de octubre) a la primera presidenta Miriam Cano Núñez, quien tiene la percepción de que no la apoyó durante la campaña político electoral, lo cual aprovecha su personal de confianza para seguir echando leña a la hoguera.

 ¿Qué le deparará el destino, políticamente hablando, al todavía presidente del Concejo Municipal Fundacional de San Quintín? Lo ignoramos, pero lo cierto es que la política es como la rueda de la fortuna, a veces andas abajo, en medio y arriba, ya que no se puede negar que López Peralta, a su paso por esta responsabilidad, logró establecer algunas relaciones de cierto nivel.

De acuerdo con rumores, dicen que podría terminar en la CESPE-San Quintín, otros especulan que la gobernadora podría ubicarlo como delegado del gobierno del estado, algunos mencionan que pudiera ocupar una responsabilidad dentro del ámbito federal, los más pesimistas temen que regresará a laborar dentro de la iniciativa privada.

 Mientras tanto, sus detractores y compañeros de Morena ya afilan las uñas para írsele al cuello y desgarrarlo políticamente hablando al grado de provocar que le cierren las puertas dentro de la función pública.