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Agroasemex: con más poder, dinero e influencia

Por Mario Maldonado

Agroasemex, la otrora operadora financiera del sector agropecuario nacional, está a un paso de convertirse en un monopolio en el mercado de los seguros, por lo menos en lo que se refiere al sector gubernamental.

Esta institución lo mismo absorbe casi la totalidad de contratos de seguros patrimoniales para dependencias del gobierno federal, ahora por un monto acumulado de 10 mil millones de pesos, que la póliza 2024 del seguro de separación individualizada de los burócratas, por 650 millones de pesos, y ahora la posibilidad de asociarse con intermediarios financieros para llevar a los mercados de riesgo los recursos destinados al apoyo a la población en caso de desastres naturales.

La semana pasada, la Subsecretaría de Egresos de Hacienda, a petición de la Unidad de Seguros Pensiones y Seguridad Social, solicitó la contratación del “seguro paramétrico” a Agroasemex por 6 mil 142 millones de pesos, con vigencia hasta el 2028.

Se trata del contrato con la prima más cara de la historia para un seguro de este tipo relacionado con bonos de riesgo catastrófico, a través de la aseguradora gubernamental.

Esta es una fórmula impulsada por el Banco Mundial en los países de Latinoamérica para acceder a recursos financieros inmediatos en caso de desastres naturales, provenientes principalmente de los mercados bursátiles y de inversionistas que aceptan compartir con los gobiernos el riesgo financiero, siempre a cambio de una prima particularmente onerosa.

En este caso, según la adjudicación firmada el 5 de marzo de 2024, el organismo asegurador que dirige Manuel Agustín Calderón de las Heras repartirá en los mercados reaseguradores más de 6 mil millones de pesos, algo no visto en administraciones anteriores.

La primera vez que México contrató un seguro de esta naturaleza fue en el gobierno de Vicente Fox, en 2006, y desde entonces se han venido renovando las pólizas regularmente por períodos de tres años. Se calcula que, desde dicho año y hasta la fecha, México ha invertido en estos seguros paramétricos unos 500 millones de dólares, y ha recibido como apoyo en desastres naturales apenas el 70% de esa cantidad. De acuerdo con el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, en el caso del Huracán Otis se recibirán 5 mil millones de pesos de esta cobertura, aunque no se tiene registro de que ya fueron aplicados.

La complejidad de estos seguros radica en que, como su nombre lo dice, son “paramétricos”, es decir, la cobertura de los daños de algún desastre natural no está garantizada, a menos que este se ajuste a los parámetros que se establecen en la fórmula con la que se emiten los bonos al mercado financiero. Por ejemplo, en el sismo del 19 de septiembre del 2017 el gobierno de Enrique Peña Nieto no pudo cobrar un solo peso del seguro o de los bonos catastróficos que tenía en el mercado, porque la magnitud del movimiento fue menor a 7.5 grados, parámetro que se había establecido como límite bajo del fenómeno natural.

El siguiente paso para la Secretaría de Hacienda y su aseguradora Agroasemex en esta fórmula de seguro paramétrico será buscar una firma reaseguradora y un agente colocador de bonos en el mercado. 

Para el primer caso todo apunta a Swiss Reinsurance Company Ltd, que ha venido trabajando con el gobierno de la 4T, y para agentes estructuradores como GC Securities, Goldman Sachs & Co. LLC y Swiss Re Capital Markets. El monto máximo que deben asegurarle de cobertura al país es de 680 millones de dólares.

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