Por Carina García
Tercera y última parte
ADVIERTEN ‘SEDENAPROA’
Para expertos en turismo, seguridad y finanzas públicas, no está en duda la capacidad de las Fuerzas Armadas para construir u operar instalaciones, pero advierten que dedicarse a tareas ajenas podría conducir a un ‘Sedenaproa’, que deba rescatar a las empresas que fracasen bajo administración militar.
“El riesgo que corremos es tener empresas productivas del Estado que si no son rentables, acabemos rescatándolas todos”, advierte Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación de Estudios Presupuestales (CIEP).
Para Gerardo Herrera, profesor investigador de la Universidad Iberoamericana y experto en el sector turismo, el riesgo es que se deben subsidiar los “eventuales yerros” de estas empresas, como el que puedan entrar al ramo hotelero y turístico sin preparar modelos de negocio.
“Históricamente, las empresas públicas en México son muy poco rentables o no lo son, y requieren recursos públicos para financiarse. Y en ese caso, el Ejército incursionará en una área sin tener experiencia ni alguna habilidad desarrollada”, subraya.
Pero el problema, ubica, es que “si el Ejército incurre en un emprendimiento de cualquier tipo que no es rentable, no veo cómo simplemente lo van a cerrar. Por el contrario, lo van a mantener, lo van a subsidiar con dinero de todos los mexicanos”.
Fernando Gómez, especialista en el sector aeroportuario y profesor invitado de la Universidad Panamericana, opina que el AIFA comienza a perfilarse como el primer descalabro de las empresas del Ejército.“Todo indica que pudiera tratarse del primer año en que subsidiaremos a ese aeropuerto, que no ha resultado el éxito esperado”, dice Gómez, al señalar que los ingresos obtenidos no son suficientes.
“Antes de abrir, el AIFA debió recuperar el grado de aviación 1 y amarrar aerolíneas para tener, al menos, el 10% de los movimientos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), es decir, cinco millones de pasajeros al año, para un mínimo operativo y de ingresos”, expone.
De acuerdo con las proyecciones oficiales, el AIFA debió cerrar 2022 con 2.4 millones de operaciones, pero la Sedena solo cuantificó 912,415, es decir, 62% menos. Según el Informe de Evaluación de Gestión del AIFA, al primer semestre de 2022, el mes que abrió recibió para “necesidades reales de la operación 951 mdp”. A los tres meses de operación, recibió más recursos y al final cerró ese año con 1,328 millones de pesos recibidos, pues hubo modificaciones al presupuesto aprobado, según la Cuenta Pública de ese 2022.
Ahí se indica que el año pasado tuvo ingresos totales por 1,467 mdp. Pero, de ellos, el 90.5% fueron transferencias, asignaciones, subsidios y ayudas. Sólo 139 mdp fueron de ingresos por pago de tarifas de uso de aeropuertos, servicios aeroportuarios, comerciales y otros.
Y para 2023 se le presupuestaron 836 mdp, aunque ya está en funciones “opera con muy pocos vuelos y hay gastos de operación y salarios. El riesgo es tener empresas del Estado que si no son rentables, acabamos rescatándolas y subsidiándolas”, plantea Macías.
Ese subsidio se vislumbra en el caso del AIFA durante casi 14 años, a juzgar por la “visión” que expresa en sus documentos: “para el año 2036 (…) será una entidad consolidada en materia de calidad total para la prestación de servicios aeroportuarios, complementarios y comerciales; constituyéndose en un paradigma nacional e internacional de seguridad, eficiencia, eficacia, sustentabilidad y rentabilidad”.
Otras empresas de las Fuerzas Armadas no pintan mejor. México, ¿Cómo Vamos? estimó, con datos de la Secretaría de Hacienda, que el Tren Maya recuperará su inversión 17 años después del inicio de operaciones. Para el aeropuerto de Palenque, sería en 19 años y en 22, para el de Tulum. Es decir, se proyectan dos décadas de subsidios.
[CON ESTAS EMPRESAS] OTRA VEZ PODRÍAMOS TENER A UNA PARAESTATAL MUY PARECIDA A LO QUE ES PEMEX, QUE DE REPENTE NO SABEMOS EN QUÉ INVIERTE
Alejandra Macías, secretaria ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
EMPRESA PÚBLICA DE LA SEMAR
TURÍSTICA INTEGRAL ISLAS MARÍAS, S.A.
• Coordinado por: Secretaría de Marina
• Capital social: 1,000,000 de pesos
Empresa de participación estatal mayoritaria
• Ubicación: Ciudad de México
Fuente: Decreto publicado en el DOF del 22 de septiembe de 2022.
¿SALVADAS DE OPACIDAD Y CORRUPCIÓN?
Los expertos ven con preocupación otro aspecto en la constitución de empresas militares y es que, a diferencia de lo que cree el presidente, no garantizan transparencia, rendición de cuentas, ni menores niveles de corrupción.
En el reporte ‘El negocio de la militarización’, México Unido Contra la Delincuencia documentó la opacidad en la Sedena. En 2021 se negó a transparentar el 78% de la información pública que se le solicitó y la reservó por seguridad nacional y en el 22% restante alegó su inexistencia.
En tanto, Mexicanos contra la Corrupción en su investigación ‘El aeropuerto del ‘dedazo’ militar’ concluyó que “prácticamente el 100%” de los contratos del AIFA fueron asignados directamente o por invitación restringida. Pudo revisar 1,233 contratos, pero 75% de ellos se los negaron. Los expertos advierten que se deberá poner lupa especial a las utilidades de las empresas, luego de que el presidente López Obrador anticipó que las utilidades derivadas de la aerolínea y del conglomerado de la Sedena, así como las del tren del Istmo, los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, operados por la Secretaría de Marina, se utilizarán para solventar las pensiones de los integrantes de las Fuerzas Armadas.
Para Óscar Fonseca, director de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, las Fuerzas Armadas pueden adoptar prácticas empresariales eficientes, son ágiles en tecnología y fuertes en la administración y gestión de personal, pero al darles tareas empresariales también se corre el riesgo de que concentren un gran control político.
“El uso de fuerzas armadas para funciones de administración (…) no es bueno para el Ejército ni para el fortalecimiento de nuestro sector privado. Tampoco es bueno para el control político de las instituciones democráticas: Al César lo que es del César’; se debe reforzar al Ejército para que haga funciones de apoyo a la sociedad y a las instituciones privadas para que sigan aportando al crecimiento de la nación”, considera.
David Saucedo, consultor independiente en seguridad pública, recuerda que el Ejército no es impermeable a la corrupción, por lo que es necesario que las empresas civiles y militares tengan los mismos controles.
“Desde hace rato el Ejército incurre en prácticas de corrupción ¿Qué es lo que va a ocurrir teniendo más dinero, más atribuciones y con opacidad con la que se maneja pues todo lo reserva? Pues va a haber más corrupción, de eso no tengo ninguna duda”, sostiene.
“EL EJÉRCITO NO ES IMPERMEABLE A LA CORRUPCIÓN. ESA ES UNA NARRATIVA FALSA DEL PRESIDENTE PARA JUSTIFICAR LA PRESENCIA DEL EJÉRCITO EN TODAS ESTAS ACTIVIDADES”
CRÉDITOS: PORTADA Presidencia, Mario Jasso / Cuartoscuro, Jesús Almazán, Raquel Cunha / Reuters
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