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Las amenazas del Popo

Por José Antonio Aspiros Villagómez

El volcán Popocatépetl está muy inquieto. Los habitantes de Puebla, Morelos y Ciudad de México, también. Las imágenes que hemos visto –sobre todo los videos– son impresionantes porque se aprecian explosiones y  material incandescente; los aeropuertos “Benito Juárez” y “Felipe Ángeles” han tenido que suspender vuelos por unas horas para limpiar las pistas, y la embajada de Estados Unidos alertó a los ciudadanos de ese país que estén por acá para que se mantengan a distancia y atiendan las alertas del Centro Nacional de Prevención de Desastres.

La ceniza expulsada por el Popo ha caído en varias alcaldías de la Ciudad de México, que se encuentra a unos 70 kilómetros de distancia; y se ha pedido a los capitalinos que se sientan expuestos, tomar precauciones como evitar actividades al aire libre, cubrirse boca y nariz, usar anteojos y no lentes de contacto, proteger puertas y ventanas con toallas húmedas en las rendijas, y tapar los depósitos de agua.

El sábado 20 de mayo las cenizas fueron percibidas en Azcapotzalco, Coyoacán, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Tlalpan y Venustiano Carranza. Nadie informa qué sigue, porque nadie lo sabe, pero los escenarios posibles no son muchos. El Ejército instaló en Puebla un centro de monitoreo con cuatro cámaras en puntos estratégicos, y estará al tanto de la actividad del volcán las 24 horas del día.

La XXV Zona Militar informó que se cuenta con diez rutas de evacuación y 205 refugios temporales para el caso de una contingencia mayor, pues hay zonas habitadas en las cercanías del ya muy enojado ‘Don Goyo’, como la voz popular llama también al Popocatépetl.

Y con todo eso, mucha gente ya planea hacer una marcha por las calles del centro de la capital el día 28, porque #LaCorteNoSeToca. Y chocarán, si llegan al Zócalo, con quienes que han estado precisamente en la entrada de la Corte con una postura diferente.

Otros –la mayoría– nos quedaremos en casa a ver el Gran Premio de Mónaco y las 500 Millas de Indianápolis. Y estaremos, así, expuestos a la crítica extrema de quienes quieren salvar con marchas algunas instituciones, a pesar de que desde principios del sexenio fuimos advertidos por el presidente de que es “muy terco”. Lo nuestro les parecerá una frivolidad, pero cada quien aprovecha o pierde el tiempo libremente.

De regreso al delicado tema del Popo, recordamos que su actual actividad eruptiva comenzó a finales de 1994 y ha tenido desde entonces miles de exhalaciones, pero en diciembre de 2000 cobró fuerza y resultó necesario evacuar las poblaciones cercanas. Fue entonces cuando un fotógrafo de la agencia de noticias Notimex, donde aún trabajábamos, captó una escena de la que nadie ha dado todavía explicación, pero la solicitó la NASA para su estudio.

Alfonso Reyes, el reportero gráfico que hizo la toma, nos obsequió una copia de la imagen con su firma y fechada el 19-XII-2000, donde se observa ya cerca del amanecer, el perfil oscuro del volcán, una inmensa nube de ceniza que sale del cráter enrojecido, y un objeto luminoso del que se aprecia también su trayectoria descendente y luego de vuelta hacia el cielo.

Escenas semejantes han sido captadas posteriormente, inclusive por pobladores de las cercanías. Excélsior nos informó el 2 de abril de 2022 de un avistamiento muy parecido, pero cautelosamente le llamó “bólido” y también “meteoro” al objeto, y la nota fue ilustrada con una imagen que tiene la leyenda www.youtube.com/maussantv, es decir, alusiva a Jaime Maussan, estudioso del fenómeno ovni.

El mismo diario publicó apenas el pasado 10 de enero, y luego el 24 de marzo, de otras ocasiones en que han tenido lugar observaciones similares durante la actividad del volcán, uno de ellos –cuya fotografía publicó—en un día que no hubo erupciones y fue captado por una vecina de Atlixco, Puebla.

Como sobre estos temas hay lo mismo creyentes que escépticos y hasta indiferentes, así lo dejamos. Nuestra postura es en el sentido de que todo es posible, pero debe probarse, y de momento el mayor peligro son las erupciones al parecer cada vez más violentas del Popo, antes que pensar en una invasión alienígena. Porque hace mucho que ya están aquí y les gustan los volcanes, además del fondo marino y las zonas arqueológicas, donde también se les ha visto, aunque no dan la cara.