El gobierno federal y el de Sinaloa decidieron, como estrategia, atender la compra de 1.8 millones de toneladas de maíz, para lo cual fijaron precios de garantías, sin considerar el resto de la producción que se encuentra en incertidumbre total
Por María del Pilar Martínez *
El gobierno federal y el de Sinaloa ofrecieron precios garantizados para la compra de 1.8 millones de toneladas de maíz, mientras que el resto de la producción se encuentra en incertidumbre total.
El gobierno federal y el de Sinaloa decidieron, como estrategia, atender la compra de 1.8 millones de toneladas de maíz, para lo cual fijaron precios de garantías, sin considerar el resto de la producción que se encuentra en incertidumbre total, razón por la que productores locales amenazan con tomar las instalaciones de Pemex si no hay apoyos para el 100% de la producción.
El gobierno federal y el estatal ofrecieron un precio garantizado de 6,965 pesos por tonelada de maíz: para pequeños productores que poseen hasta 10 hectáreas, con un tope de un millón de toneladas; para los que tienen hasta 50 hectáreas, un volumen de 300,00 toneladas de Segalmex y 500,000 toneladas del gobierno del estado. Dando un total de 1 millón 800,000 toneladas a precio de garantía.
Lo anterior, implicaría que Segalmex y el gobierno del Estado tengan que pagar 12,500 millones de pesos, sin considerar los costos de almacenaje, financieros y de flete para distribuir lo recibido.
“La propuesta gubernamental no considera al resto de la producción, que estará entre 4 a 4.3 millones de toneladas, quienes tendrán que negociar con los compradores a precio base. Para ello, el gobierno federal quiere establecer, para países (sudamericanos como Brasil y Argentina) con los que no se tiene acuerdo comercial, un arancel temporal mientras se vende el 100% de la producción”, explicó Juan Carlos Anaya, director general del Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas.
Cabe destacar que hasta el momento los productores de maíz no cuentan con reglas definidas para los esquemas de comercialización; “esa es una situación que los inquieta, porque hasta ahora no hay nada oficial. El productor quiere la certidumbre de un ingreso que permita mantener su rentabilidad, pagar sus créditos y mantener la actividad”, detalló Anaya.
Comentó que actualmente las condiciones de mercado no están a favor de un buen precio, “ya que los precios de futuros están bajando y contra el año pasado cayeron 28% y el tipo de cambio se apreció de 20.16 a 17.90, lo que representa una disminución importante, al ya no existir una red de seguridad, que antes era el Ingreso Objetivo; además se tenía la agricultura por contrato para asegurar la comercialización de su cosecha con un comprador».
“Todos los anteriores componentes desaparecieron con el actual gobierno, que está poniendo en riesgo la actividad de producción y comercialización”, indicó el director de GCMA.
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Por su parte, Manuel Molano, profesor del Tecnológico de Monterrey, comentó que la política de precios de garantía, ni son de garantía y sólo se trata de subsidio selectivo.
“Las distorsiones no se pueden mantener por mucho tiempo; darle trato preferencial a un sólo grupo conlleva a que se deje de lado la productividad y la competitividad”, detalló Molano.
Con una visión proteccionista, como lo es la del subsecretario Víctor Suárez, dijo Molano, “lo que acabará pasando es que se meta en un problema a México, y eso ya se ve venir”.
*Publicación de El economista
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