Por Josselin Melara
En el corazón de Azcapotzalco se encuentra la Catedral de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, un recinto famoso por haber sido escenario de diferentes hechos históricos, como la primera peregrinación al Tepeyac en 1532, o la última batalla de la guerra de Independencia, en 1821. Y, más allá de estos hechos históricos, lo que hace muy atractiva a quien visita esta Catedral, es la leyenda que vive en uno de sus muros: se trata de una hormiga roja que, según creencias antiguas, sube hacia lo alto del campanario. Conoce la historia de la hormiga de la Catedral de Azcapotzalco.
Historia de la hormiga de la Catedral de Azcapotzalco
Cuenta la leyenda que, cuando la hormiga alcance por fin la punta del campanario, será el fin del mundo.
Pero, ¿por qué y cómo llegó esta hormiga a los muros de la Catedral? Según Edna Aponte, en sus Relatos y Recuerdos. Memorias de Azcapotzalco, el dios Quetzalcoatl se convirtió en hormiga y bajó al inframundo, regresando a la tierra con granos de maíz para alimentar a las personas.
Con el fin de recordar este suceso, los pobladores del Anáhuac tomaron como insignia la hormiga roja.
La Catedral comenzó a construirse en 1565 sobre un centro ceremonial prehispánico, de acuerdo con la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos.
Los pobladores, en honor a su antiguo dios, labraron la hormiga roja bajo el campanario, la cual sigue en este lugar hasta el día de hoy.
Fue así como la hormiga se volvió el símbolo principal del territorio, el cual se conoció más adelante como Azcapotzalco, que quiere decir “lugar de las hormigas”.
No se sabe a ciencia cierta cómo nació la leyenda de la hormiga que anuncia el fin del mundo. Sin embargo, hay habitantes de esta Alcaldía que aseguran que cada año esta hormiga avanza y se encuentra más arriba.
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