Ciudad de México, (EFE).- Decenas de médicos en prácticas mexicanos marcharon este miércoles en la capital para exigir justicia por los recientes asesinatos dentro del gremio y demandar mejores condiciones de seguridad al Gobierno.
La Asamblea Mexicana de Médicos Pasantes de Servicio Social, la Asociación Mexicana de Médicos en Formación y el Colectivo de Médicxs en Formación marchó del Monumento a la Revolución al Palacio Nacional, donde vive el presidente Andrés Manuel López Obrador, para manifestar sus reclamos.
Los practicantes hicieron un pase de lista para recordar a sus compañeros caídos, en particular a Eric Andrade, asesinado el 15 de julio pasado en el Hospital Integral de El Salto, en el municipio de Pueblo Nuevo, del norteño estado de Durango, a solo 15 días de concluir su servicio social.
Mientras que días antes, el 11 de julio, mataron en su casa a balazos a la anestesióloga Masiel Mexía Medina, quien trabajaba en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del norteño estado de Chihuahua.
«Nuestras familias esperan médicos, no cadáveres», «si no luchamos juntos nos matarán por separado», «la vocación no debería costarnos la vida» y «por un servicio social digno y seguro», fueron algunas de las consignas de las pancartas de los jóvenes.
En México, los estudiantes de medicina realizan, de manera obligatoria durante 12 meses, el servicio social en áreas rurales y urbanas del país.
Según la Asociación Mexicana de Médicos en Formación, alrededor de 6.000 de un total de 34.000 realizaron en 2021 su servicio social en comunidades alejadas en el país, donde denuncian amenazas y agresiones del crimen organizado.
Además, una encuesta de la organización reveló que 4 de cada 10 médicos en prácticas sufren agravios o agresiones verbales y experimentan inseguridad en su formación.
Por ello, las agrupaciones denunciaron en un manifiesto previo a la marcha «las precarias instalaciones e indignas situaciones» en las que trabajan.
«Exigimos que se tomen todas las medidas necesarias para poder garantizar un seguro social, y las medidas necesarias para realizar un trabajo digno», indicó el pronunciamiento, firmado también por la agrupación de Pasantes de servicio social de la Ciudad de México.
Los manifestantes también exigieron a las autoridades «sancionar a los responsables y la reparación para los familiares, amigos y compañeros como víctimas indirectas».
Pese a los reclamos, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, argumentó la semana pasada que «no es oportuno, no es aconsejable el que se suspenda ese proceso de formación tan importante que tienen los médicos jóvenes», aunque prometió que «se revisan las condiciones de seguridad».
La violencia contra los médicos refleja la inseguridad en México, que registró 33.315 homicidios en 2021 después de los dos años más violentos de su historia, bajo el mandato de López Obrador, con 34.690 víctimas de asesinato en 2019 y 34.554 en 2020. EFE
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