Reuters.- El organismo que coordina los grandes bancos centrales del mundo, el Banco de Pagos Internacionales (BIS), ha pedido que las tasas de interés se eleven “rápida y decisivamente” para evitar que el avance de la inflación se convierta en asunto aún más problemático.
El BIS, con sede en Suiza y dirigido por el mexicano Agustín Carstens, celebró su reunión anual en los últimos días, donde los principales banqueros centrales se reunieron para discutir sus dificultades actuales y uno de los comienzos de año más turbulentos para los mercados financieros mundiales.
El aumento de los precios de la energía y los alimentos ha generado la inflación más alta en décadas para muchos países. Pero el remedio habitual de aumentar las tasas de interés requiere despertar el riesgo de recesión, e incluso de la temida “estanflación” al estilo de la década de 1970, donde el alza de los precios se combinó con un crecimiento económico bajo o negativo.
“La clave para los bancos centrales es actuar con rapidez y decisión antes de que la inflación se arraigue”, dijo Carstens, gerente general del BIS, como parte del reporte anual del organismo publicado este domingo.
Carstens, exjefe del banco central de México, dijo que el énfasis era actuar en los “trimestres por venir”. El BIS cree que todavía es posible un aterrizaje económico suave, donde las tasas suben sin desencadenar recesiones, pero reconoce que es una situación difícil.
“Mucho dependerá precisamente de cuán permanentes sean estos choques (inflacionarios)”, dijo Carstens y agregó que la respuesta de los mercados financieros también sería crucial.
“Si este ajuste genera pérdidas masivas, correcciones generalizadas de activos y eso contamina el consumo, la inversión y el empleo, por supuesto, ese es un escenario más difícil”.
Los mercados mundiales ya están sufriendo una de las mayores liquidaciones en la historia reciente a medida que bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos, y a partir del próximo mes el BCE, se alejan de las tasas históricamente bajas y de casi 15 años de medidas de estímulo continuas.
Las acciones globales han bajado un 20% desde enero y algunos analistas calculan que los bonos del Tesoro de Estados Unidos, el punto de referencia de los mercados de préstamos mundiales, podrían estar teniendo su mayor pérdida en la primera mitad del año desde 1788.
Carstens descarta crisis por criptomonedas
Carstens dijo que las advertencias recientes del propio BIS sobre los precios de los activos elevadísimos significaban que la corrección actual “no era necesariamente una completa sorpresa”. El hecho de que no haya habido “turbulencias graves en el mercado” hasta ahora también es tranquilizador, agregó.
Parte de un informe del BIS publicado la semana pasada decía que las recientes implosiones en los mercados de criptomonedas eran una indicación de que los peligros del dinero digital descentralizado sobre los que se había advertido durante mucho tiempo ahora se estaban materializando.
No se espera que esos colapsos causen una crisis sistémica en la forma en que los préstamos incobrables desencadenaron la crisis financiera mundial. Pero Carstens enfatizó que las pérdidas serían considerables y que la naturaleza opaca del criptouniverso alimentaba la incertidumbre.
Volviendo al panorama macroeconómico, añadió que el BIS no esperaba actualmente que se afianzara un periodo de estanflación generalizada.
También dijo que, aunque muchos bancos centrales mundiales y el propio BIS habían subestimado significativamente la rapidez con la que la inflación mundial se ha disparado en los últimos seis a 12 meses, no estaban dispuestos a perder la credibilidad ganada con tanto esfuerzo de la noche a la mañana.
*Publicado y tomado de https://www.forbes.com.mx/
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