Abandono y simulación
Desde el 2018, al inicio de la 4T, los productores agrícolas del norte, lo que producen granos y otros alimentos requeridos para garantizar el abasto de la población, empezaron a observar visos de lo que pronto se convertiría en una realidad, en abandono del campo productivo.
Para empezar, con Andrés López Obrador, quien llegara ser considerado por los campesinos como “La Esperanza de México”, todo se derrumbó, se eliminaron los apoyos para producir y para comercializar.
Las importaciones de granos alimenticios se incrementaron exponencialmente e igualmente salieron las divisas para la compra su compra en el mercado internacional.
Paralelamente, la mayor parte del presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural se fueron para programas sociales, en busca de la autosuficiencia alimentaria de quienes reciben simiente, fertilizantes y otros beneficios, sin observar ningún avance significativo hasta el momento.
Aceptamos a visión de la 4T para apoyar a los pequeños productores, los de uno o dos surcos, melgas o una o dos hectáreas, en el sur y sureste del país, pero eso de poner en ellos toda la esperanza para la alimentación de los mexicanos, es una falacia.
Pero esa política de abandono y simulación no solo es el gobierno federal, permea a estados, como Baja California, donde los gobiernos de Jaime Bonilla Valdez y de Marina del Pilar Avila Olmeda, actúan de la misma manera y en lugar de atención al campo para mejorar productiva y condiciones económicas, dedican todo su imaginación para ocultar la simulacion.
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