Lo extraordinario de lo cotidiano

El refrigerador, fuente de inspiración

Por Gladys Villalobos*

¡Hola! En los primeros días de este año me he sentido un poco dispersa, ausente de claridad en mis objetivos, con una lluvia de ideas de cómo seguir desarrollando mis proyectos, pero sin enfoque para aterrizarlas. Me he permitido divagar, ser amable conmigo y regalarme el tiempo que mi cuerpo y mi mente me solicita. Poco a poco transito el camino de regreso al ser, hacer y crear. Deje de buscar y las ideas van llegando ¡Bienvenidas son!

Enfocarme en lo que si hay, en lo que sí es, en lo que si existe, en lo que si soy, en lo que si tengo es uno de mis propósitos de este 2022. Lo empecé a madurar desde el año pasado al observar como el vivirme con este enfoque me restaba frustraciones, desilusiones, confrontaciones y a su vez, es una forma más amable, respetuosa, inteligente, realista y madura de relacionarme conmigo y con los demás.

Uno de los antecedentes a este propósito fue el refrigerador. Si, el refrigerador o lo que en él había. En 2020, cuando inicio la pandemia, tuve la fortuna de vivir con mi padre 5 meses. En aquel momento había mucha información sobre lo que hacer y que no hacer. A la par había mucha especulación, incertidumbre e inseguridad sobre el alcance del virus y como se comportaba. Por decisión, solo salía una vez cada 15 días de casa al supermercado a proveernos de todo lo necesario para alimentarnos.

Ese tiempo para mí fue de gran enseñanza. Un reto ingenioso. Aprender a administrar los insumos, lo que hay en el refrigerador, mantener una alimentación balanceada y, además, no tener mermas. Segundo, hacer lo mejor que puedo con lo que si hay. Salir de casa por un par de tomates a la tienda de la esquina, como en otro momento es usual, en esos días no era una opción. Hacer lo mejor que podía con lo que tenía y disfrutar.

Este hecho derivo en este, uno de mis propósitos del 2022. Cuando acepto a una persona tal cual es y dejo a un lado mi deseo de que sea de otra forma o que haga cosas distintas a las que hasta la fecha a llevado a cabo, me relaciono desde el presente y desde la realidad, no desde la expectativa o desde la fantasía. Me relaciono con esa persona con lo que sí es, con lo que si hay en él o ella, esa es la base. 

Desde esta óptica encuentro el cómo me sigo vinculando con la persona, de qué forma si puedo mantener la relación o definitivamente no, el que puedo pedir o dar. Cambiar el enfoque de mi atención enriquece mi evolución y me permite observar y observarme desde un ángulo distinto tanto a mí, como a la otra persona. Vivir receptivos a los sucesos de la cotidianidad tiene sus recompensas.

Justo ese regalo me dio la aerolínea en mi vuelo de regreso a la Ciudad de México después de cuatro enriquecedoras y festivas semanas en Mexicali en compañía de mi familia. Por vez primera en décadas el avión despego hacia el poniente y sobrevoló Mexicali. Una vista desde una perspectiva que desconocía. Una hermosa panorámica de la ciudad donde nací, crecí y en donde habita una parte de mi corazón.

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo. 

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Instructora 450PMA Pilates/ 200RYT Yoga. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ 

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