Sin una estrategia que pondere la apertura y cierre de aulas por las nuevas variantes del Covid-19, los resultados de la pérdida de competitividad se verán dentro de 5 a 10 años, expresa la presidenta de la Comisión de Educación, Patricia Ganem Alarcón
CIUDAD DE MÉXICO.- La pandemia por Covid-19 o SARS COv2 y sus distintas variantes que se irán acumulando con el tiempo, exigen de manera urgente la generación de medidas para ayudar a la ejecución de un modelo de enseñanza híbrido cuya preocupación central sea formar personas para la vida, sobre bases solidarias, porque el impacto de los estudiantes que hoy abandonen las aulas se verá reflejado dentro de 5 y 10 años, con la disminución de capacidades para la competitividad.
La presidenta de la Comisión de Educación de la COPARMEX Ciudad de México, Patricia Ganem Alarcón, expresó que la decisión de obligar un retorno general a las aulas de manera presencial ha sido un equívoco como ya se muestra en la realidad, luego de que, a contrapelo de la determinación federal, las autoridades educativas de al menos 12 entidades decidieron posponerlo debido al incremento de contagios por la variante Ómicron.
El cierre y apertura de las escuelas es una estrategia que en México debe instalarse ya, agregó Ganem Alarcón, porque estamos retrasados más de año y medio, luego de que, en mayo de 2020, cuando todos los sistemas educativos del mundo se encontraban cerrados debido a la presencia más activa del Covid19, los especialistas ya se planteaban que deberíamos asumir que la recuperación de la normalidad educativa no sería rápida.
Los expertos visualizaban desde entonces que, pese al regreso paulatino a las escuelas, éste no se concebía dentro de la normalidad acostumbrada, como ha ocurrido tras la presencia de las variantes Delta, aparecida en la India en diciembre de 2020 y Ómicron que surgió en Sudáfrica en noviembre de 2021; y ahora, con la espera en las siguientes semanas o meses de la más reciente, IHU, que apareció al sur de Francia en los primeros días de este 2022.
En cambio, en nuestro país, las autoridades de salud y educativas han minimizado los riesgos que las variantes generan y con ello han invisibilizado la creación de esquemas educativos que ayuden a evitar una caída estrepitosa en los niveles de calidad de la enseñanza.
“Si bien no se ha demostrado que el regreso a las aulas haya afectado a la población de menores de edad, tampoco se puede comprobar que la movilidad de los estudiantes no haya influido en los contagios a mayores de edad, porque en México no se cuenta con geo-referencias que nos permitan confirmar este tipo de contagios”, expresó la presidenta de la Comisión de Educación de la COPARMEX Ciudad de México.
Sin duda alguna, no solamente será la presencia de nuevas variantes la que determine decisiones del cierre o reapertura de instituciones educativas, sino el impacto que tenga sobre la salud de los afectados, especialmente de poblaciones vulnerables (entiéndase estudiantes que no cuenten con recursos para adquirir apoyos tecnológicos para continuar sus estudios en casa, estudiantes mujeres que deben apoyar en las actividades del hogar mientras los tutores duplican jornadas de trabajo para enfrentar la inestabilidad económica de sus propios hogares, estudiantes de educación inicial y preescolar, estudiantes de educación media y superior que deben incorporarse a las filas laborales).
Lo anterior, agrega Patricia Ganem Alarcón, debe generar una crítica profunda a la escuela, a la noción actual de currículo y a las formas predominantes de la práctica docente, y, con ello, avanzar hacia modelos educativos cuya preocupación central sea formar personas para la vida, sobre bases solidarias.
Para la presidencia de la Comisión de Educación de la COPARMEX Ciudad de México es necesario, pero insuficiente, el postulado de desarrollar sistemas educativos abiertos y flexibles, que hagan uso de la educación a distancia y se basen en las tecnologías digitales.
“Son preocupantes los aprendizajes en preescolar y primaria relacionados con la lectura de comprensión y procesos de socialización, tan indispensables en estas etapas. En el caso del nivel de secundaria, los aprendizajes que ser relacionan con la autonomía y las habilidades para el estudio, que deben de quedar consolidadas en esta edad. Y qué decir del alumnado que asiste a media superior, que debe trabajar sobre capacidades de dominio de información”, expresa la empresaria de la educación.
Y no menos importante es lo que debe suceder en la educación superior, que afina información para la toma de decisiones de cada uno de los campos de especialidad en que los chicos han decidido formarse. “Los especialistas señalan que se perderán aprendizajes y se debilitará en los alumnos y las alumnas capacidades de toma de decisiones”, subrayó.
Para cerrar, Ganem Alarcón asegura que en un mundo que se debate sobre la solidez de paradigmas que hoy se ponen en cuestionamiento, “no cabe duda que los sistemas educativos deben pensar en una educación menos académica, menos centrada en las disciplinas, y más práctica, más orientada hacia la comprensión del mundo que nos rodea, bajo una perspectiva de resolución de necesidades y problemas de la vida social, política, económica y del ambiente natural”.
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