Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Complicado ¡sí!, imposible ¡no!

Desde al inicio de los dos años de la era de Jaime Bonilla Valdez, en el gobierno de Baja California, hemos venido platicando con productores agrícolas y pecuarios, con hombres y mujeres residentes en los poblados rurales y de las cuatro ciudades enclavadas en el valle de Mexicali.

Entonces, al igual que ahora, lo primero son opiniones adversas de los gobiernos pasados y pero en sus rostros, en su tono de voz encontramos un dejo de esperanza y de confianza en quienes asumen la nueva responsabilidad en los ayuntamientos, legislatura y gobierno estatal.   

Invariablemente, la primera queja es por la inseguridad que les afecta su convivencia diaria por el permanente temor de ser víctima de una bala cruzada, ser confundido por delincuentes o policías, o estar en un lugar equivocado, teniendo la percepción de que las autoridades municipales, estatales y federales, incluyendo guardia nacional y ejercito, no hacen nada.

El combate a la delincuencia es mención permanente en las mesas de seguridad donde funcionarios civiles, mando policiacos y militares, revelan analizan todos los aspectos del crimen organizado, como combatirlo, soslayando que ese flagelo se ha infiltrado a los cuerpos que ellos representan y que los exámenes de confianza no han sido efectivos.

En los poblados y en las colonias, la mayoría de los residentes, o con familiares enganchados en las drogas, saben dónde están las tienditas y aseguran que elementos policiacos, en carros oficiales, llegan periódicamente a esos lugares y luego se retiran.

A nivel municipal, residentes rurales han planteado a la alcaldesa Norma Alicia Bustamante Martínez, el problema de la basura que, al no controlarse en los núcleos de población, además del problema insalubre a la población, genera incalculables daños a la actividad agrícola y pecuaria, por la diseminación de plásticos.

Pero al igual que los reclamos por la seguridad, se escucha, pero no se actúa.

Hace años, el Consejo Agropecuario realizo algunas jornadas de concientización y de limpieza de plásticos en cultivos de algodón, trigo y alfalfa, porque a los primeros les afecta cuando el plástico llega al despepita y de empaca, o cuando se integra en alfalfa y otros forrajes de exportación o para el consumo del ganado.

Los productores de hortalizas hacen esfuerzos extraordinarios para evitar en sus predios la presencia basura, de animales, incluyendo aves, pero difícilmente pueden controlar el polvo de los caminos con el tránsito de vehículos. 

En ese entonces, las autoridades municipales, ni cuenta se dieron, o soslayaron el problema.

La comunicación terrestre entre los poblados rurales es deplorable, por el pésimo estado de los pavimentos de las carretas vecinales con más de 30 o 40 años de abandono, sin mantenimiento y en ocasiones es preferible transitar por los acotamientos.  

Si a eso le suma que las principales carreteras del Valle se encuentran con tramos buenos, recién reparados y otros con daños en la carpeta asfáltica, el problema de la movilización de cosechas se dificulta.

La zona agrícola se encuentra abandonada, los productores no tienen dinero para invertir en infraestructura, el gobierno federal ha puesto oídos sordos en varios sexenios y ha retirado y/o recortado presupuestos para mejoramiento y modernización, ha dificultado el acceso al crédito y la banca de desarrollo financia a través de dispersoras.

Los gobiernos estatales no han tenido interés en buscar soluciones integrales para la reactivación económica de la producción agrícola y pecuaria, dejando en el ocio multimillonaria infraestructura de la agroindustria primaria.

En esto hemos coincidido en múltiples platicas con gente que tiene interés en la regresión progresista del Valle de Mexicali, pero los héroes se fatigan se cansan de ser utilizados dizque para elaborar programas y proyectos que los funcionarios no entienden, porque no conocen nada del campo y los orígenes de sus problemas, llegado a los cargos por compromisos políticos o amistad.

Se coincide también que alrededor de esos funcionarios improvisados se agrupan las mismas personas que sistemáticamente han obtenido algún beneficio, entre ellas, las que pretenden que nunca se haga una revisión de su historial en el Fogabac.     

Frente a estos individuos, otros que siempre han aspirado a un reconocimiento de liderazgo, pero sin tener la entereza de dar la cara, por lol cual buscan ser la mano que mueve la cuna.

Para acabar pronto, no hay ningún liderazgo real, con visión integral del problema que no es solo la cartera vencida, la deshonestidad de habilitadores y habilitados, se olvidan de los efectos del sismo del 2010 en los suelos de la zona agrícola, no hay cuidado de la sanidad vegetal o Fito sanidad, las enfermedades del suelo no son atendidas y se ven como problemas de plagas.   

Ahora, la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda asegura que el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere mucho a Baja California, y de ser así podría demostrar que “obras son amores y no buena razones”, como dice la conseja popular y al final del sexenio de podría saber si ese amor de López Obrador por nuestro estado, supera al del presidente Luis Echeverria Álvarez, o al de José López Portillo, con Milton Castellanos y Roberto de Lamadrid como gobernadores.     

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