Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Juan Meléndrez Espinoza junto a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.

¿Atiende a productores? 

“En seguimiento al compromiso de la Gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Avila Olmeda, de dar atención constante al sector agropecuario”, es, por regla general, el inicio de una serie de comunicado de la Secretaría del Campo y Seguridad Alimentaria, afirmando que el Arquitecto Juan Meléndrez Espinoza, se reunió con productores del valle de Mexicali.

Se menciona que las reuniones fueron “para abordar importantes avances en el apoyo de este sector”.

Pero si usted lee el contenido de esos comunicados y los analiza, no encuentra nada, ni importante, ni no importante, que signifique “apoyo de este sector”  

Señalan: “En la reunión se abordaron temas relacionados a los costos de insumos, créditos oportunos, fertilizantes para distintos cultivos y la gran necesidad de buscar alternativas para la adquisición de productos de importación”.

Si, esos fueron y han sido, los planteamientos que los distintos grupos de productore y no productores, que vienen participando en las muy selectas reuniones que preside el titular de la Secretaría del campo y Seguridad Alimentaria. 

Los colaboradores del arquitecto que integran su gabinete, bien pueden ser unas lumbreras en sus respectivas carreras, si es que tienen, pueden ser sus amigos o tener los beneficios de una recomendación política, más bien imposición para ingresarlos a la nómina estatal, pero eso no les hace conocedores de los problemas que tienen una buena parte de los productores agrícolas y pecuarios.

Es más, el mismo Meléndrez Espinoza da la impresión de no tener memoria y es que, hace unos días, muy ufano anuncio apoyos para el Comité de Protección Pecuaria, encabezado por Gustavo Rodríguez Cabrales, quien también preside la Unión Ganadera Regional, soslayando que por la no ejecución de programas originó que el USDA cancelara el reconocimiento de Baja California como zona libre de garrapata y tuberculosis, por tanto, suspendiera la autorización para exportar ganado a Estados Unidos.

Como presidente que fue, de la Comisión de Agricultura del Congreso del Estado, debe de conocer que el FOGABAC aporto 7 millones de pesos para la compra de aretes de siniíga, debido a que la irresponsabilidad de la Unión Ganadera Regional, quedaron suspendidos los movimientos de ganado y perdida la trazabilidad.

Ahora, como titular de la Secretaría del Campo y Seguridad Alimentaria debe de saber, o cuando menos debería saberlo, que, aun cuando los aretes se los entregaron a cuenta gotas a Rodríguez Cabrales, genero un pasivo en el FOGABAC.

Pero como el FOGABAC es un organismo controlado por funcionarios de la Secretaría del Campo, todo su funcionamiento es secreto y los productores sospechan de una enorme corrupción, por lo cual han pedido, sin lograrlo una auditoria.    

El principal motivo de sospecha es que su eterno administrador, casualmente fue uno de los primeros beneficiados con un crédito, de FOGABAC, para una empresa acopiadora de trigo de la cual era socio y que desde hace años este en ruinas, lo curioso es que no ha pasado nada y algunos integrantes de esa sociedad continúan recibiendo algunos beneficios del FOGABAC, claro, con la venia de los titulares de la ahora Secretaría del Campo.   

Continuando con la actual relación de productores, Meléndrez Espinoza ha señalado que “lo principal es que exista una organización por parte de los productores y el gobierno”, pero no se ve ningún interés real, menos acción oficial para avanzar abiertamente en esa dirección, porque continúa la tendencia de favorecer a ciertos grupos.

“Tenemos identificada la problemática que enfrentan actualmente nuestros productores y estamos trabajando en buscar las mejores alternativas”, resaltó el secretario, pero tampoco se mencionan algunas posibilidades.

A Meléndrez Espinoza le han planteado la necesidad de conseguir créditos oportunos, las garantías que piden parafinancieras y Financiera Rural para poder ser acreedores a recursos, el incremento en insumos como la semilla, amoniaco, urea y herbicidas, lo cual puede elevar los costos de producción.

Eso no está en manos del titular de la Secretaría del Campo, pero sí de la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, quien debería de hacer el planteamiento ante la Dirección de Financiera o de la Secretaría de Hacienda, en el caso de los créditos y ante las Secretarías de Economía y de Agricultura, lo relacionado con las importaciones de agroquímicos y semillas. 

El problema es que, si Avila Olmeda no conoce el problema, porque no se lo han explicado, porque los receptores de las inquietudes no se lo plantean porque desconocen lo que se tiene que hacer, todo continuará igual.    

Que distinto seria que en su visita a Baja California el presidente López Obrador hiciera anuncios espectaculares para el campo, como lo hizo en Nayarit, pero allá, el gobernador opuso a trabajar a sus colaboradores en coordinación con los de Sader y su experiencia en el campo les permito proponer un programa específico que les fue autorizado, pero aquí, los funcionarios apenas están tratando de digerir que es, para qué sirve la Secretaría del Campo y que van a hacer.   

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