Entre Los Surcos…

Funcionario confundido

Por César Villalobos López

Entre una buena parte de periodistas y comunicadores, de todo tipo de medios, se tiene la mala percepción de la amistad con políticos, líderes sociales o representantes de grupos diversos con los que se tiene un trato cotidiano, desviando la responsabilidad de informar con objetividad y buscar respuestas a las desviaciones, ilícitos, corrupción o incapacidad de los individuos públicos.

De siempre hemos considerado que la función informativa y la firmeza de las preguntas en entrevistas, no está reñida con la amistad, cuando ésta es real, sincera, con respeto a la actividad del entrevistado y del entrevistador.    

Pero eso de que el periodista o comunicador, quiera a su contraparte, dista mucho de la realidad, aunque se llega a dar, o cuando menos se manifiesta para tratar de cubrir omisiones e incapacidad en el desempeño de actividades públicas.    

Escuchando un monologo del economista Héctor Haros Encinas, secretario del Campo y Seguridad Alimentaria en Baja California, en el programa reporte de las 5, en Milenio 4.0, del pasado lunes 9, recordamos aquel refrán que dice: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”.

Y es que el entrevistador se convirtió en adulador y palero del funcionario, además de darse baños de pureza, de tener muchos amigos, como usted, porque no cobro, ni pido dinero por las entrevistas, mientras en otras ocasiones le ha agradecido invitaciones al menudo.

Enseguida y casi al final del programa vino la pregunta prefabricada: “Licenciado, algunos comunicadores o seudo comunicadores no lo quieren mucho, no lo pelan mucho”.

“Quieren dinero y no tengo para darles”, fue la respuesta de Haros Encinas. 

Como en ocasiones anteriores, en el mismo programa ha hecho alusiones indirectas a Semanario El Pionero, mencionando “periodiquillo que nos ataca”, cuando nosotros nunca le hemos atacado, le hemos cuestionado fracasos de sus fantasiosos programas y proyectos, así como del ocultamiento de datos resultados en los convenios, contratos o acuerdos con el Ing. Juan Pablo Hernández Díaz, Fundación Produce, Agrobiz, de los obscuros manejos de FOGABAC, etc. 

En ningún momento de las casi 10 horas que convivimos en el restaurante Los Arcos, en compañía de Diana Campos, de Comunicación y de Sergio Leopoldo González, Subsecretario, nunca tratamos tema de publicidad, ni de dinero. Surgieron anécdotas de los bailes en estación Pascualitos, en donde, recordó Haros, alguna vez coincidimos, ya hace muchos años.

Antes de esto, con Diana platicamos más de dos horas, en Sanborns Café, sobre su nueva responsabilidad en la Secretaría del Campo, de su experiencia laboral, mientras que yo le hablé de algunos aspectos del campo, pero tampoco tocamos temas publicitarios o de dinero, y es que, única forma de ingreso de quién escribe y de Semanario El Pionero, es a través de Editorial Cachanilla, S. de R. L., y cobramos espacios porque su edición, impresión y distribución, tienen un costo, además de pagar impuestos al SAT, al Estado, al Infonavit y al Seguro Social.