Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano

Foto: @christopher__burns

Realidad y ficción

Por  Gladys Villalobos*

Dos horas de fila a pie en compañía de mi prima favorita. Eran las 8:20 de la noche, una amable temperatura de verano en Mexicali y junto a nosotras, un numero incalculable de personas en la búsqueda de la esperanzadora vacuna. Otro tanto, haciendo lo propio en sus vehículos. A vuelta de rueda, en una fila kilométrica. Ambos, a pie o en auto, con la convicción que la paciencia nos daría uno de los objetos del deseo más esperados y controversial de años recientes. Que si es un chip para controlar a la humanidad se dice, cuando en realidad el simple hecho de usar un celular y/o usar el buscador de Google nos expone a un control que aún no dimensionamos, un control pasivo pero cierto.

Esas dos horas de espera en buena compañía fueron para mí gratas y amenas. Aprovechar ese tiempo para actualizarnos, compartir, reflexionar y reír. Todos ataviados con nuestro cubrebocas e intentando sostener la sana distancia que a veces se veía reducida por esa curiosa sensación de que si avanzamos unos pasos llegaremos más pronto.

Paso a paso. Eventualmente avanzamos muchos metros a la vez. Luego pausas. Cada movimiento nos acercaba a la ansiada puerta. Y como no hay plazo que no se cumpla, después de dos horas, finalmente nos tocó dejar la fila en la banqueta de la calle 11 e ingresar a las instalaciones del cuartel del 23 Regimiento de Caballería Motorizada, mismo que elegimos para este fin.

Fue ahí, al ingresar que empecé a dimensionar lo que estábamos viviendo e inicié a “guionizar” el momento. Este término, guionizar, lo escuché por vez primera de boca del Pato, Patricio Ibar, un director de cine que conocí en Chile, vecino de mi amigo Carlos. Hacer de ese momento material para un guion ¿un documental, una serie, una novela o una película? ¿para qué tipo de producto visual nos da esta historia llamada vacunación? La pandemia podría ser una serie de muchas temporadas ¿sería de ficción, de terror, de superación personal o una historia basada en hechos reales? ¿la vacunación serían sus primeras imágenes, las que contextualización la trama de la historia o serían las imágenes de un final feliz?

De fondo, una grabación tan limpia como hace muchos años no escuchaba un audio, mismo que se repetía de forma continua. Una voz clara, con la pausa idónea, la entonación precisa daba información sobre la vacunación. Era la “música ambiental” que daba un toque histriónico al momento. Zona de filas de 10 a la derecha, al frente salón para la vacunación y zona de recuperación, a la izquierda la zona anterior a la salida donde entregábamos la mitad del comprobante y llenaban nuestro recibo con el nombre de la vacuna y numero de lote. Una logística que fluyo sin mayor contratiempo.

A mi mente vinieron escenas de esas películas calificadas de “ficción” donde la humanidad actúa en conjunto para salvar el planeta o en donde la humanidad se vive en condiciones distintas a las que nosotros consideramos normales o habituales. Antes ver a la humanidad en conjunto procurando una vacuna era una ficción, hoy es una realidad. Lo normal también es impermanente. Hoy lo normal es lo que nos mantiene a salvo, con bien y con vida.

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi blog gladysvillalobos.wordpress.com/ 

About Author