Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Esperanza o desconsuelo 

Por César Villalobos López

Año con año, en los momentos de la siembra de los diferentes cultivos, no solo en el valle de Mexicali sino a la largo y ancho del país, especialmente en las zonas temporalearas, el campesino confía en que este año será el bueno, porque ya van varios malos, pero al final, unos ven coronadas sus esperanzas, mientras que para otros llega el desconsuelo.

Pero esto no es privativo de las zonas de temporal, en los Distritos de Riego del país, debido a la ausencia de lluvia, se confrontan situaciones difíciles que les obligan a reducir la superficie de tierra sembrada.     

A los que les fue bien en la cosecha, los rendimientos fueron favorables, les puede afectar el proceso de comercialización, porque dependiendo del tipo de cosecha, es el proceso de venta y cobro de sus productos.

En el caso del valle de Mexicali, cada agricultor se rasca con sus propias uñas, no están acostumbrados a la asociación, cuando se llega a integrar un grupo, por regla general, todos pretenden estar en los cargos directivos.  

Como todo el tiempo han actuado en forma individual, consideran tener capacidad administrativa, de planeación, de finanzas, de adquisición y hasta estiman ser conocedores del mercado internacional, en el caso de productos exportables.

Pero a lo largo y ancho de la república encontramos organismos de productores que operan con bastante éxito y es que contratan a personas con conocimientos bastos para los cargos que van a desempeñar.

Desde luego, los productores, los integrantes de esos grupos, son enterados de los planes y proyectos desarrollados por sus administradores, gerentes, o como quiere llamarles, los analizan, los discuten entre sí, disipan dudas y al final los aprueban o les hacen algunos cambios. 

Esa es la forma en que trabajan con éxito para la sociedad y para cada uno de sus integrantes, toda vez que les permiten hacer las compras consolidadas o por volumen, para la obtención de mejores precios o descuentos especiales que en lo individual no lograrían.

Aquí, en el valle de Mexicali tenemos ejemplos palpables en las empresas productoras de hortalizas, organizadas con personal especializado en cada una de las diferentes áreas, para tener una mayor eficiencia en sus actividades.

La planeación de los cultivos, a partir de la preparación de la tierra, el depósito de la semilla en la tierra, los riegos, la fertilización, los herbicidas pre emergentes, la vigilancia para la detección oportuna de plagas y su combate, es importante. 

Otro ejemplo es la empresa COHERMEZ, donde alrededor de medio centenar de campesinos de los ejidos Colima, Hermosillo y Mezquital, decidieron trabajar asociados, dejando la administración en manos de una persona que, hasta donde sabemos, ha sido exitosa en su dirección y el grupo se ha capitalizado y diversificado en procesos agroindustriales.   

Durante las primeras administraciones de los gobiernos de Acción Nacional, en el valle de Mexicali se hicieron promociones para la integración de empresas, pero todos los esfuerzos fueron fallidos por sospechosas situaciones en la actuación de los promotores y la voracidad de algunos empresarios.

Al igual que ahora, hay quienes estando al frente de la responsabilidad del campo, aprovecho la ignorancia o desconocimiento del gobernador en turno, para promover sus ocurrencias a través de programas de diversificación, hoy reconversión de cultivos, pero sin ninguna proyección final, resultando un fracaso.

En el caso el trigo, el logro de una denominación de origen para el trigo cristalino que se produce en el valle de Mexicali, ha sido una aspiración de los productores, convirtiéndose en bandera política de algunos. 

Pero nosotros nos preguntamos, ¿de que serviría contar con esa denominación, si se carece de capacidad para negociar con empresas trasnacionales ofertando cantidades específicas, garantías de entrega, de la calidad y limpieza del grano?    

Muchos productores se ilusionan con los precios, pero se olvidan que firmaron compromisos de venta y luego de llaman robados porque el comprador tuvo la visión vender en el mejor momento, además de contar con seguros de coberturas de precios, para evitar los descalabros financieros.  

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