Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano

El arte de dar y recibir

Por Gladys Villalobos*

“Cuando veas algo hermoso en alguien, díselo”. En nuestra cotidianidad nos vemos involucrados con otras personas. Convivimos por circunstancia o elección, intercambiamos miradas, palabras, momentos, horas, incluso días. Si tenemos la disposición, seguro encontraremos en cada ser humano en esta aventura llamada vida, habilidades, cualidades, características de personalidad que nos resultan gratas, incluso admirables. Cuando eso suceda, manifestémoslo. Díselo. El efecto positivo en el otro es altamente predecible.

A esto sumaría, cuándo alguien nos diga un cumplido, una frase linda de admiración o de reconocimiento, cree en lo que escuchas y di “Gracias”. Si alguien te toma como ejemplo, de referencia positiva, di gracias también. Más allá de verlo como una imitación, podrías recibirlo como un halago.

Cuantas veces manifestamos nuestra admiración a una persona y la respuesta que obtenemos es “¿de verdad? ¿cómo crees? …dices eso porque me ves con ojos de amor”. Y sí, hay amor en la persona, en la frase. Un gesto amoroso de un ser humano a otro que se relaciona con una virtud, con una habilidad, con un don o con aquello que no es visible a los ojos, que se vincula más allá de lo aparente, de lo evidente.

Lindo lograr vernos a nosotros mismos con esos ojos llenos de amor, generosidad, compasión, paciencia, admiración con los que logramos observar a otras personas cuando tenemos un corazón dispuesto para ello.

El arte de saber dar y de saber recibir. Van de la mano. Es un bumerang, un ir y venir, un camino en círculo. Una balanza que nos brinda equilibrio. Infinito, lo que se va, regresa.

 “Somos víctimas de nuestro propio ser perfeccionista, de un crítico interiorizado, eterno y canalla, el Censor, que se aloja en la parte izquierda de nuestro cerebro y no para de lanzar un constante flujo de puntualizaciones que parecen disfrazadas de verdades. El Censor nos dice cosas tan maravillosas como “¿a eso le llamas escribir? Parece una broma…” nos dice Julia Cameron, en su libro “El camino del artista”, mismo que empecé a leer hace un par de semanas y me ha resultado una revelación. 

Lo anterior aplica a todos las profesiones, hechos o acciones cotidianas. Regulemos nuestro Censor, ese que califica, descalifica, juzga, señala pero que también puede celebrar, honrar, valorar y enaltecer ¿Cómo recorrer el camino de la confianza en nosotros mismos, si no logramos conectar con nuestras fortalezas, capacidades, habilidades, virtudes? Igual de importantes conectar con nuestras debilidades, monstruos, áreas de oportunidad. Estar conscientes, ser responsables y aceptar nuestra luz y nuestra sombra. Hacernos responsables de nosotros mismos. 

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo. 

*Gladys Villalobos. Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi blog: https://gladysvillalobos.wordpress.com/

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