Una sonrisa
Por Gladys Villalobos*
En diferentes escenarios, en semanas recientes la frase «Cada relación es una oportunidad» ha estado presente en conversaciones. No me refiero solo a la familia, la pareja, los amigos. Hablo de todo ser vivo con quien nos cruzamos o interactuamos en la cotidianidad. Eso también es una relación.
Cada día es un ejercicio de amabilidad, de tolerancia, de empatía, de respeto, de establecer límites. Ponerle cerebro y corazón a nuestro comportamiento. Cada día es un ejercicio de humanidad. Con cada relación o interacción que tenemos en lo cotidiano algo de nosotros florece o se marchita, se enriquece, evoluciona o pone frente a nosotros esa persona que no queremos ser.
A veces consideramos que nuestro comportamiento fuera de casa es ajeno a nuestro comportamiento con nuestros seres cercanos. Una amiga me compartió que en su proceso de terapia se sentía juzgada por su terapeuta, quien frecuentemente anulaba sus emociones ¿Y si le haces saber lo que sientes? ¿Y si le pides respeto a tus emociones? En este caso, hoy es la terapeuta, mañana puede ser su pareja, su madre, su hermano. Ahí está la oportunidad de practicar. Si consideramos que el 50 por ciento de una relación somos nosotros mismos, es una buena oportunidad ejercitarnos día con día en el arte de relacionarnos.
Hablar de las relaciones humanas es un índice infinito. Donde pongamos los ojos encontraremos información relacionada al Ser-Humano. Algunas de las recomendaciones que la psicología nos aporta para construir y fomentar relaciones sanas son:
Identificar nuestras relaciones. En un trabajo de honestidad, identificar qué tipo de relaciones predominan en mi vida y observar si existen puntos en común en ellas. Otra recomendación, aún más honesta, es reconocer tus errores o vicios al momento de relacionarte. Si eres una persona en constante confrontación o conflicto, preguntarte qué lo detona ¿el mundo o tu actitud hacia el mundo?
Algo importante es aprender a relacionarnos con lo que nos gusta de las personas, observar que no nos resulta placentero o no fluimos con ello y buscar como si podemos relacionarnos o bien, dejar de intentar.
Aprender a escuchar a las demás personas, no solo oír, sino escuchar sus sueños, sus necesidades, sus historias. Si deseas construir una relación sólida, escucha con atención. Por último, aprende a ofrecer disculpas y aprende a disculpar. Aprende a reconocer cuando te has equivocado, cuando has lastimado o cuando has omitido algo importante. En resumidas cuentas, diría que las relaciones humanas requieren de honestidad y humildad.
En el mes del amor y la amistad, celebremos la voluntad y el interés que son el motor para sostener vivas y correspondidas las relaciones que nos aportan bienestar y una sonrisa en nuestro rostro. “Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo.
*Gladys Villalobos. Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. https://gladysvillalobos.wordpress.com/
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