Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo Extraordinario de lo Cotidiano

Foto: @jeremybishop

Una visita sin invitación

Por Gladys Villalobos*

«La ansiedad es la mente yendo más deprisa que la vida» Autor desconocido

“Canta o escucha música” fue el amoroso y sabio consejo que recibí de mi Padre al compartirle que me descubrí en días pasados con una invitada no habitual en mi vida: la ansiedad. 

Un día mi cuerpo estaba lavando trastes. De fondo, el informe diario vespertino de la pandemia en México. MI atención se centró en los números y más números que religiosamente nos comparten. Dejé de escuchar al perro de mis vecinos ladrar, de sentir el agua tibia, de oler el jabón con olor a hierbas, de encontrarle encanto a la espuma. Olvide el café acompañado de un trozo de panque de plátano recién horneado que me esperaba.

Mi mente se fue al futuro. A un tiempo que aún no llega. Le di entrada a pensamientos catastróficos, desesperanzadores, ausentes de optimismo, de fe. Un total desastre. Se vio turbado mi equilibrio, mi confianza. Todo trabajo personal, recursos internos, trabajo espiritual, mental, horas de estudio y de años de vida no me sirvieron para frenar a “la loca de la casa” en ese momento.

La Real Academia Española define ansiedad como “estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo”. Es a través de la inquietud como yo la percibo en mí. Le agregaría, un pesimismo no habitual, miedo a la acción. La reconocí, la vi de frente y fui amable conmigo misma. Sin hacerla sentir bien recibida, pero si aceptando su presencia me di a la tarea de sacar a flote todos mis recursos a orear, mis talentos al sol e invitarla a retirarse.

Sobre lo experimentado, puedo rescatar cosas valiosas. Por fortuna no es mi costumbre escuchar ese informe diario, circunstancialmente ese día así sucedió. Confirmo el valor de la autoobservación y el autoconocimiento. El tiempo invertido en sí misma, en sí mismo es un aliado al momento de detectar las emociones o estados mentales que transitamos. Informarnos, leer, investigar. No quedarnos con lo que vemos a la mano en redes sociales. Buscar fuentes confiables sobre un tema que nos atañe. Hacer frente a lo que nos sucede, aceptar lo que transitamos y darle la justa dimensión. No somos un estado temporal, no somos una emoción pasajera. En ese momento, es parte de nuestro presente. No lo adoptemos como residente de nuestro futuro.

Por último y, sobre todo, compartir lo que vivimos. Hay quienes son muy celosos de su “vida privada”. Hay quienes hemos encontrado un gozo en el compartir y beneficios de hacerlo, estar dispuesta a escuchar la opinión de otra persona y también las vivencias de otras personas. Compartir me ayuda a resolver, disolver o dimensionar. 

¿Has sentido ansiedad? ¿La puedes reconocer en ti? ¿Qué haces con ella, qué haces contigo? Mientras aquí estoy escuchando música a 431 HZ ¿recuerdas que te hable de ella? “Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo. 

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ 

About Author