Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

HUGO LÓPEZ-GATELL, subsecretario de Prevención y Difusión de la Salud

Como Poncio Pilatos

En el gobierno de la 4T, integrado por una serie de controvertidos personajes, con serias dudas sobre su correcta ubicación, debido a su preparación académica e historial laboral, o dudas sobre la honorabilidad, tanto en los cargos de primer nivel, como en las entidades de la república, generan controversias por los resultados.

Adicionalmente, las cabezas de las secretarias y descentralizadas carecen de autorización para emitir opiniones en forma individual, toda vez que, por regla general, solo hablan cuando el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador se los permite y, en su presencia.  

Se está haciendo práctica común que, cuando alguna información de los funcionarios no agrada al Jefe de la Nación, les corrija mencionándoles “yo tengo otros datos”, lo mismo ocurre cuando algún reportero le cuestiona en las conferencias mañaneras.

A los periodistas que cubren las mañaneras también suele descalificarlos al identificarles como fifís, conservados o enviados de estos.    

Los preceptos de la Ley Orgánica de la administración pública federal, contenido en el Decreto emitido en la Residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la Ciudad de México, a 21 de enero de 2020, firmado por Andrés Manuel López Obrador y por la Secretaria de Gobernación, Dra. Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, son un cero a la izquierda cuando funcionarios asumen responsabilidades correspondientes a otras secretarias.

Esta situación que deja ver la descoordinación entre los funcionarios federales, se replica en estados como Baja California, siempre justificando fallas y deficiencias, responsabilizando a otros de los fracasos o quebrantos, pero siempre hay una mano meciendo la cuna.

Uno de los casos más recientes es el relacionado con la aclaración de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), destacando que “la comunicación que existe entre la Dirección General de Fomento a la Agricultura y la Cámara de la Industria de la Cerveza y de la Malta, se limita exclusivamente a facilitar la relación entre productores de cebada y representantes de la industria, con el fin de garantizar, en la medida de lo posible, el abasto y los compromisos de compra pactados, pero “es importante dejar claro que no se trata de una autorización a la industria cervecera para mantener o reanudar la producción”.

Luego se hizo referencia a que, “las disposiciones son del Consejo de Salubridad General y las acciones extraordinarias para suspender actividades no esenciales son de la Secretaría de Salud”.

Y es que, “HUGO LÓPEZ-GATELL, subsecretario de Prevención y Difusión de la Salud, giró la contraorden con el argumento que el consumo de alcohol alteraría la convivencia familiar durante la cuarentena”, quedando a la luz pública la confrontación de dos importantes piezas en el equipo lopezobradorista.

En Baja California, la delegada del Instituto Mexicano del Seguro Social, pretendió justificar las fallas en el suministro de insumos de seguridad y protección al personal de las clínicas, en tanto el gobernador Jaime Bonilla Valdez avalo las quejas, en tanto la senadora Alejandra Leon Gastelum, arremete contra el Ejecutivo del Estado y lo responsabiliza de las deficiencias hospitalarias, así como a su Secretario de Salud Alonso Pérez Rico.

El jueves, durante la mañanera del presidente de la república, López-Gatel, arremetió contra los gobernadores de Baja California, Jalisco, Puebla y Nuevo León, aduciendo el número de personas con el contagio de Coronavirus, pero sin profundizar en el tema.

Sin tener una bola de cristal, se puede deducir que ese señalamiento pudiera ser producto de una revancha por los pronunciamientos que han hecho en relación a las deficiencias que instituciones federales del sector salud y a la falta de recursos del erario federal para apoyar acciones de prevención y de combate de la pandemia, independientemente de las críticas por la mala calidad de los materiales enviados para protección del personal con trato directo con los contaminados, para lo que Lopez-Gatel aseguro que se trató de un error de comunicación.

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