Cavando su propia tumba
Resulta sumamente curioso que mientras a nivel nacional, Alejandro “Lito” Moreno Cárdenas, pastor mayor de los priistas, habla de un nuevo partido, de un partido incluyente y en Baja California, Carlos Jimenez Ruiz, mencione: “Si no reconocemos los excesos y errores del PRI, no podemos volver a ser opción electoral en las próximas elecciones”, hagan todo lo contrario.
Lejos de sus pronunciamientos dan la impresión de tener los ojos cerrados y/o aferrados a intereses personales o de grupos de poder que desde hace tiempo han contribuido a las derrotas que los candidatos del -alguna vez- institucional, con diversas índoles de ganancias para su propio beneficio.
Los responsables de las cabezas del priismo, a nivel nacional, estatal y municipal, como los caballos de pica, con los ojos tapados solo ven hacia el frente, no tienen oportunidad de ver a su alrededor, por tanto, no están en condiciones, o no quieren ver la realidad, menos de escuchar y analizar la situación real de lo que ocurre en sus tres desquebrajados pilares.
El ejemplo más claro de ello está en la manipulación que, un viejo líder agrario, como Augusto Gómez Villanueva, está haciendo de la Confederación Nacional Campesina, al pretender dar a su ahijado, la gloria que nunca pudo consolidar su padre que todo el tiempo alentó la división de los campesinos, en Baja California.
Nos referimos a Celestino Salcedo Monteón, quien fomentó la creación del “grupo de los 8” Comités Regionales, tratando de restar fuerza a la dirigencia de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Baja California, sin lograr totalmente su objetivo.
De varios años a la fecha, la otrora gloriosa Confederación Nacional Campesina, auspiciada por el general Lázaro Cárdenas del Rio, ha sido manejada por individuos como Ismael Hernández Deras y antes por Manuel Humberto Cota Jimenez, quienes llegaron a las filas del campesinado importados del sector popular, a través de actos electorales simulados.
La división de los cenecistas bajacalifornianos empezó a profundizarse cuando en complicidad con la dirigencia nacional de la CNC, el PRI improviso una asamblea electoral para imponer, con gente ajena al sector agrario –salvo uno que otro esquirol, como en la actualidad- al “Manito” Humberto Lopez Barraza, como candidato campesino, dejando colgado de la brocha al profesor Gregorio Lara Guereña, quien contaba con el apoyo del sector agrario.
Desde entonces López Barraza ha enarbolado la bandera agraria, pero solo eso, nada ha hecho por los campesinos, como tampoco lo hizo Javier Cital Camacho, quien, si bien es hijo de un ejidatario, vendió la tierra y solo se han dedicado a usufructuar los beneficios de candidaturas que debieron de ser para auténticos campesinos.
Al paso de Cota Jimenez por la dirigencia nacional de la CNC, no se registraron beneficios para los campesinos de Baja California, como tampoco se han visto con Hernández Deras, pero si se han observado sus acciones y discursos demagógicos, coreados por las dirigencias del revolucionario en Baja California.
Dirigentes del priismo en Baja California y en Mexicali, junto con algunos sobrevivientes del “grupo de los 8”, sin faltar algunos que, en el pasado, rechazaban imposiciones centrales, ahora, por interés a un nombramiento que solo les servirá de adorno, se prestaron a una farsa o simulación de campesinos para vestir una reunión donde Humberto “El Manito” López Barraza, fue presentado como delegado con funciones de Presidente de la Liga de Comunidades Agrarias de Baja California.
Rechazado por varias decenas de comisariados ejidales y campesinos de todo el estado que, el pasado 27 de enero, en el ejido Michoacán de Ocampo, se sintieron traicionados por la representación de Hernández Deras, al no cumplir el compromiso de tomar protesta al profesor Luis Antonio Rodríguez Díaz, como cabeza de la CNC en Baja California y es que, un priista candidato al gobierno del estado, considero que no le sería conveniente, porque no le obedecería al tronido de los dedos, como lo haría el advenedizo de López Barraza.
Debemos de precisar que Ismael Hernández Deras, no ha cumplido sus promesas para llevar a cabo la elección de dirigencia de la Liga de Comunidades Agrarias a través de una consulta a la base campesina y es él sabe, al igual que los actuales dirigente del PRI, que ni López Barraza, menos Celestino Salcedo Flores podrían lograr el respaldo mayoritario de los cenecistas del estado.
Como los verdaderos intereses de Hernández Deras, ni los de López Barraza están en los campesinos, menos en la atención de sus problemas para buscarles solución, cierran los ojos y aceptan como reales apoyos del campesinado bajacaliforniano, a quienes de prestan a participar como comparsas en eventos específicos a los que solo acuden unos cuantos productores.
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