Entre Los Surcos…

Candidatos engañados

Por César Villalobos López

Resulta lamentable y en ocasiones hasta doloroso, como por ambiciones personales, colaboradores de los candidatos se suman al engaño, para mostrar, a los candidatos, que tienen muchas simpatías de los electores.

También hemos visto a candidatos con un dejo de enfado al escuchar planteamientos reiterativos de aquellos que pretenden llamar la atención en cuanta reunión están presentes.

Entre los organizadores o promotores de eventos se llega a perder la perspectiva al llevar a los candidatos en dos, tres y más ocasiones, con los mismos actores, pero en distintos lugares, seguramente con la idea de demostrar, a los abanderados, que tienen arrastre.

Esto ha ocurrido principalmente entre productores agrícolas y pecuarios, donde dos o tres corrientes integradas por quienes ahora se identifican como morenista, otros como cardenistas, más los advenedizos y los acomodaticios, que pretenden lograr objetivos personales, preferentemente.   

Sin duda, los estrategas de las campañas se dan cuenta de las fallas de los promotores de eventos y creemos que ello forma parte de informes detallados a los candidatos para los que se organizan.

Así hemos visto como sacan del atolladero a quienes dicen tener arrastre entre los productores y sus proyecciones de asistencia difícilmente cumplen en poco más de un 20 por ciento.

Para ello utilizan la eliminación de sillas y el acomodamiento de los asistentes, procurando que no se quede nadie de pie y es que, para los candidatos debe de ser muy triste observar poca asistencia a sus eventos de proselitismo.

Allegados a los candidatos metidos a promotores de eventos procuran justificar su poco poder de convocatoria con señalamientos de boicots o de problemas internos de los grupos, cuando en realidad desconocen “el breñal en que se meten”, su presencia en el sector primario es efímera, aun cuando presumen de conocerlo a fondo.

La presencia de esos advenedizos que no midieron las consecuencias de sus actos y pretenden continuar incrustados en las nóminas del erario, tal vez rinda el fruto por ellos esperado, pero ojalá se haga un análisis de sus capacidades y conocimientos, de lo contrario se afectara el desarrollo de la actividad productiva y económica del sector primario.

Se les debe de reconocer su labia para explicar sus teorías, pero solo eso, teorías, porque en la operatividad de las actividades productivas arrastran un pesado lastre.

Pese a todos los candidatos tienen la última palabra para la ocupación de estos sujetos.