Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Otra vez el agua

“Mucho ruido y pocas nueces”, decían los viejos cuando alguien alborotaba y al final no pasaba nada.
Eso mismo podría suceder o está sucediendo con la buena voluntad del delegado de la Secretaría de Agricultura, en cuanto a su manifiesto interés por tener un mejor aprovechamiento del agua, evitando castigos a los cultivos por inoportunidad en los riegos y la insuficiencia de volúmenes para regar.
Vera usted porque.
Si bien es cierto que en cada módulo de riego se elaboró una cedula de cultivos, teniendo en cuenta el volumen de agua disponible para la superficie que cubren, no todos los que lograron un permiso de riego y siembra han tenido los insumos necesarios, especialmente el crédito.
Sin crédito, el agricultor no puede preparar su tierra, no puede fertilizar, menos comprar la semilla, en el caso de los trigueros, cuya época de siembra avanza sin riegos y el agua programada no se está aprovechando en la agricultura.
En el valle de Mexicali no existe una forma de cómo almacenar agua, los estanques aludidos dentro de las obras del canal 4 de Abril, solo quedaron en proyecto, por tanto, si los usuarios no están listos para recibir el agua para el riego de sus predios, los módulos de riego, la S. de R.L. y la Comisión Nacional del Agua tiene que darle cauce a los volúmenes solicitados a los Estados Unidos por conducto de la CILA -Comisión Internacional de Límites y Agua-.
Los volúmenes que no se aprovechan en la agricultura y que ya se tienen en la red, podrían dejarse correr al cauce del río, sin beneficio alguno, por lo cual se hacen convenios con la Comisión Estatal del Agua o con la CESPM para entregárselos en venta.
Los sobrantes e agua o volúmenes no aprovechados por los usuarios agrícolas, no son por mala programación de la CILA, la Conagua, la S. de R.L. o los módulos, o de una cedula de cultivos mal calculada, sino de cuestiones económicas de los productores, en ocasiones por malas cosechas, plagas y enfermedades, carencia de garantías para respaldar el crédito, pero también por un historial de conductas inadecuadas, como desviaciones de cosecha hacia empresas ajenas al crédito, pero también por abusos de los habitadores.
El problema es complejo y los usuarios del agua, al igual que los funcionarios de agricultura y del agua deberán de analizarlo con detenimiento para evitar que al avance de los ciclos se quieran colgar estrellitas con señalamientos sobre las deficiencias en los riegos, como sucedió al final del año agrícola 2016/2017.
También se debe de entender que sin crédito y sin oportunidad en apoyos, no se avanzara mucho hacia el éxito en los cultivos y menos cuando los precios de las cosechas son bajos.