Agua e intereses
Por César Villalobos López
El tema del agua es, quizás, uno de los más manoseados por muchos tipos de personas que van desde los negociantes mal intencionados, por políticos y por expertos de oídas que dan crédito a todo lo que escuchan, siempre y cuando sea negativo.
En las redes sociales se puede observar como a diario aparecen versiones sobre la regresión del manejo del agua al sector oficial, descalificando la operación a través de módulos de riego y de sociedades como la S. de R.L., en el valle de Mexicali.
Muchos de los que se consideran “conocedores” del tema, hablan de un supuesto desperdicio de grandes volúmenes o de la desaparición de los mismos, incluyendo versiones de agro empresarios usuarios que ven cómo se va acotando su influencia con la llegada de directivos honestos a sus módulos.
Algún agro empresarios usuarios del agua grita y se suma al interés de directivos corruptos a quienes patrocinan con recursos de la empresa a su cargo y al ver el fracaso de las triquiñuelas legaloides para continuar con la manipulación del agua y de los recursos económicos, se siente afectado y pide protección.
También hay ex directivos de módulos y de la misma concesionaria de la red mayor del Distrito de Riego del Rio Colorado quienes dejaron una estela de dudas sobre su presencia al frente de los organismos que, ahora, al otro lado del mostrador, piden auditorias, pero las administraciones actuales, olvidándose la larga cola que arrastran y ocultan ante los ojos de los funcionarios del gobernador Jaime Bonilla Valdez, apareciendo como blancas palomas.
En el manejo del agua que se recibe del Río Colorado, sin duda existen deficiencias en su distribución, pero no todas atribuibles a los usuarios a cargo de los módulos o de la S. de R.L., por el gobierno federal no ha contribuido con la parte que le corresponde, como la conservación de las obras de cabecera.
El mejor ejemplo del incumplimiento federal es el azolvamiento de la caja entre la Presa Morelos y la represa Matamoros, aun cuando hay versiones de la asignación de recursos para eliminar la arena que fueron ejercidos a través de empresas que solo cobraron,
Esa omisión ha generado que la arena sea arrastrada por el agua y alojara a lo largo del canal Alimentador Central o Reforma, llegando inclusive hasta la represa Bennasini, con la natural limitación para la conducción de los volúmenes de agua correspondientes a su diseño original.
Si a esto le suma variaciones, a la baja y a al alza, en los volúmenes que los Estados Unidos entregan a México a través de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, en la presa Morelos, sin previo aviso a los concesionarios de la red mayor, la situación se complica por la inexistencia de vasos en donde se puedan almacenar excedentes.
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