El rancho invisible de Adán Augusto: sin registro de ganadería millonaria en Tabasco

Por Grupo Megamedia *  

Adán Augusto López, senador de Morena, asegura que vive de la ganadería y que cada mes embarca 150 cabezas de res, pero en Tabasco no existe un solo registro de ranchos, tierras o unidades pecuarias a su nombre.

Ni en los padrones de la Unión Ganadera, ni en los archivos de Senasica, ni en los registros de Chiapas o Campeche aparece su huella como productor, indica un reporte de Tabasco Hoy.

El líder de Morena en el Senado dice que su madre le heredó el ganado, pero no hay rastro sanitario, fiscal ni territorial que respalde esa historia, sostiene la indagación firmada por Héctor Tapia.

Según expertos, un rancho con esa capacidad requeriría más de dos mil hectáreas y una inversión de 60 millones de pesos. En los archivos, sin embargo, solo pastorean fantasmas en un rancho invisible.

“Me concentré, como lo informé, en el asunto de la ganadería, precisamente para evitar la posibilidad de un conflicto de interés”, respondió López Hernández a los reporteros el fin de semana.

SIN RASTRO SANITARIO NI FISCAL

Un rancho con esa capacidad requeriría entre 1,500 y 2,000 vacas madres, al menos 2,000 hectáreas de tierra y una inversión inicial superior a 60 millones de pesos. Nada de eso aparece a su nombre ni al nivel que él presume.

El medio local afirma que tampoco hay registro sanitario o fiscal que respalde la movilización de ese número de animales.

En el Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (SINIIGA), en Senasica ni en las guías pecuarias hay constancia de embarques o licencias de engorda asociadas al senador.

“Mi madre me dejó ganado”

Desde que la investigación de Televisa N+ Focus reveló que el político tabasqueño recibió 79 millones de pesos entre 2023 y 2024, López Hernández ha repetido la misma frase:

“Mi madre me dejó ganado”.

Pero ningún documento sustenta su versión: ni el supuesto hato vacuno heredado, ni las hectáreas necesarias para sostenerlo, ni las sociedades agropecuarias que menciona.

LOS NÚMEROS NO CUADRAN

Si sus embarques fueran reales —150 cabezas mensuales— equivaldrían a 2.25 millones de pesos en ventas cada mes, colocándolo entre las familias ganaderas más poderosas del sureste, como los León Estrada o los Gutiérrez Cortés.

Sin embargo, López Hernández jamás ha figurado en el mapa agropecuario de Tabasco. No hay registros, padrones ni testimonios que lo ubiquen como productor.

En un estado donde todo embarque deja huella, el del senador es, hasta ahora, un rancho fantasma.

LA PRESIÓN DE SHEINBAUM

El discurso ganadero del exgobernador surgió después de que Claudia Sheinbaum instruyó a sus cercanos a aclarar su fortuna tras los señalamientos de enriquecimiento.

Primero se describió como notario y empresario. Luego, acorralado, se asumió ganadero.

“Me concentré en la ganadería para evitar conflictos de interés”, dijo.

Pero los números, los terrenos y los registros dicen otra cosa.

“ESE VOLUMEN NO SE OCULTA”

Para reforzar la duda, Daniel de la Bodega, presidente de la Unión de Acopiadores de Tabasco, fue tajante:

“Para generar la cantidad de ingresos que reporta el senador, debería tener no menos de mil quinientas o dos mil vacas y ranchos de alta productividad. En Tabasco apenas hay media docena de productores con esa capacidad; ninguno se apellida López Hernández”.

Los verdaderos grandes ganaderos del estado —Arcadio León, Miguel Suárez, Chavo Peralta— son conocidos por nombre y registro. El de Adán Augusto, en cambio, solo existe en su discurso. 

EL FANTASMA DE LOS RANCHOS

El contraste es inevitable. El político que en 2019 presumía joyas, locales y cuentas millonarias, hoy se declara heredero rural. Pero ni los pastos ni las reses aparecen.

En Tabasco, los fantasmas no solo rondan las casonas viejas: también pastorean en las declaraciones fiscales

*Publicado en https://www.yucatan.com.mx/