Epístola

Por Jesús Víctor Ferrer C. 

Estimado Señor Director: 

La semana anterior, donde menos se esperaba surgió una luz al final del túnel, cuando cientos de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, acompañados por jóvenes de otras universidades que al igual que ellos cursan la misma carrera, decidieron salir a marchar en la capital de la república, para protestar por la pretendida aprobación de la mal llamada reforma judicial. 

La respuesta por parte de YSQ no se hizo esperar, pero lo hizo suponiendo que los jóvenes estudiantes tienen el mismo coeficiente intelectual que él, aduciendo que sus maestros los están manipulando, dando a entender que no tienen capacidad para discernir cuando una iniciativa es contraria a nuestra propia Constitución; a su correcto funcionamiento y a la independencia del Poder Judicial. 

Para variar, también la futura presidentA  haciendo eco de aquel dislate, “recomendó” a los estudiantes “que leyeran bien la iniciativa”, pensando que son unos analfabetas o que no tienen capacidad de raciocinio, tratando también de confundir a los ciudadanos, afirmando que cuando asuma su puesto, no designará a futuros ministros, cuando en la iniciativa se habla de que el ejecutivo enviará una lista de DIEZ candidatos para ocupar esos puestos. 

Independientemente de las desafortunadas declaraciones de ambos, lo que tiene molesto al “mesías”, es el hecho de que estaba seguro que todos los reflectores y por ende, todas las noticias se enfocarían en su sexto (aunque extraoficialmente son como quince) y último informe (?), sin embargo a la misma hora a unas cuadras de distancia, se desarrolló otra marcha estudiantil, (replicada en varias ciudades del país) respaldada por integrantes del Poder Judicial y organizaciones que se han sumado a ese movimiento, opacando el kilométrico discurso de supuestos logros que existen solamente en “el mundo de los otros datos” 

Esa luz del túnel de la que hablamos al principio, se puede convertir en un incendio en la pradera, que de extenderse por todo el territorio nacional, no lo podrá sofocar el presidente saliente o la presidenta entrante; ni la sobrerrepresentación con todo y chapulines; tampoco la guardia nacional y menos el ejército, por la sencilla razón de que son personas conocedoras de la causa que defienden, pero sobre todo gente aspiracionista (que tanto odia YSQ), que buscan terminar una carrera, prepararse y concursar para ganar un lugar gracias al conocimiento de nuestra constitución y leyes que de ella emanan, buscando alcanzar alguna responsabilidad en el Poder Judicial y no llegar a juez, magistrado o ministro por medio de sorteos y campañas políticas. Por ello una de sus consignas es “Examen si, tómbola no”. 

Los dirigentes de ese movimiento estudiantil deben tener mucho cuidado con traidores, esquiroles e infiltrados que seguramente les mandarán los principales cuatroteros, porque varios de ellos son o han sido porros, tienen el suficiente respaldo económico y de todo tipo, para hacer cualquier cosa con tal de evitar que el movimiento logre su objetivo.  

En lugar de que Ricardo Monreal siga haciendo declaraciones triunfalistas, para que lo inviten a desayunar a palacio nacional antes de que termine el mes patrio y amenazando a los jueces con juicio político o denuncia penal, cuando dicten un acuerdo o una sentencia contraria a sus designios, mejor escuche la voz de los jóvenes, (antes de que lo corran como maestro de la UNAM) algunos que quizá fueron sus alumnos, que seguramente le oyeron decir en la tribuna del senado de la república, refiriéndose al proceder equivocado de la cámara de diputados “….la Suprema Corte de Justicia de la Nación es la ÚNICA autoridad que revisa nuestros actos con un control constitucional”  

Esa reforma, según el decir de Olga Sánchez Cordero, ministra en retiro y actual diputada, pretende convertir nuestra constitución en un remedo de ley secundaria, olvidándose que el texto constitucional, debe ser claro y conciso y no colocando palabrerías, ¡como “sacar promedio de ocho en la carrera! u “obtener cinco cartas de recomendación para aspirar a ser jueces”.  

De plano una vergüenza de quien redactó la iniciativa (la consejería jurídica de la presidencia de la república) carente de Técnica Jurídica y mayor pena para quienes pretenden aprobarla sin leerla. 

Dirigentes del movimiento estudiantil aseveran, que no se gana nada con posponerla, a sabiendas de que cuando menos tienen tres años para aprobarla, tomando en consideración que la actual legislatura apenas inicia y con su aplastante mayoría pueden aprobarla en cualquier momento. 

Esperemos que el impulso de los jóvenes universitarios no sea detenido por parte de los Rectores de las universidades públicas, quienes a estas alturas ya fueron advertidos con disminuirles el subsidio correspondiente al próximo año, en caso de no persuadir a sus alumnos de abandonar la lucha, aduciendo la famosa austeridad republicana. 

Un saludo 

P.D. OJO mucho ojo. Si alguien quiere saber para qué sirven las mayorías calificadas, basta con leer la página 4 de la Gaceta Oficial de la Ciudad de México de fecha 02/09/2024, donde se publica una reforma adicionando un texto a la parte final del numeral 2 inciso a) del articulo 3 de la Constitución Política de la Ciudad de México que dice: “Se reconoce la propiedad de la ciudad sobre sus bienes del dominio público, de uso común y del dominio privado, asimismo la propiedad ejidal y comunal.” 

Sobre el tema, Martí Batres (hermano de Lenia) jefe de gobierno interino de la ciudad de México, publicó en su cuenta de “X” lo siguiente: “Se garantiza el respeto a la propiedad privada, pero también a la propiedad pública y a la propiedad social, todas ellas subordinadas al interés superior de la Nación y de la Ciudad”.  

“Se dificulta que el actual Poder Judicial pueda realizar interpretaciones de nuestras normas locales en favor de los grupos económicos más poderosos” 

Sin comentarios. 

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