Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Epístola

Por Jesús Víctor Ferrer C.

Estimado Señor Director

Los días viernes 23 y lunes 26 del presente mes de agosto, serán de una trascendencia tal, que podrían marcar un antes y un después del actual sistema político mexicano, en virtud de dos acontecimientos que si bien se darán en lugares, días y horas diferentes, el resultado de los mismos nos puede llevar a un precipicio del cual será muy difícil salir.

Antes de referirme a los eventos que se llevarán a cabo esos días, me permito aclarar, que el actual sistema político mexicano es en síntesis, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se establece que nuestro país es una república democrática federal, representativa y que los poderes son tres: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

El primer evento es la sesión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), en el que se discutirá y en su caso aprobará la asignación de 200 diputados federales de representación proporcional que se sumarán a los 300 de mayoría que fueron aprobados con anterioridad.

El segundo evento programado en la sede de la Cámara de Diputados, se reunirá la Comisión de Puntos Constitucionales para aprobar el dictamen referente a la reforma judicial, cuyo texto se conoció hace unos días, en el cual entre otras cosas, da la puntilla a la carrera judicial; se apropian en forma indebida del dinero de los empleados del Poder Judicial que se encuentran en los fideicomisos y lo peor la elección de jueces, magistrados y ministros mediante el voto popular. 

De confirmarse el resultado que supuestamente se dará en la sesión del INE en el sentido de que Morena, junto con sus partidos remoras, se quedan con el 72 por ciento de las curules, lograrán holgadamente la mayoría calificada para legislar a su antojo haciendo las reformas constitucionales que les venga en gana sin que exista defensa alguna.

Si bien es cierto que para lo anterior se necesita también mayoría calificada en el Senado de la República y por ahora les faltan dos o tres votos, estos los puede conseguir Morena fácilmente, por medio de una buena suma de dinero o “enfermándolos” el día de la votación del dictamen o en su defecto amenazándolos con fincarles responsabilidad penal a alguno de los futuros senadores que tienen “cola que les pisen” o tengan algún expediente en los archivos de la FGR. Eso sí, cuando cambien de chaqueta sus declaraciones justificándose serán de risa.

Tenemos que recordar, que con la salvedad del área penal, la justicia federal no juzga a personas, juzga autoridades y precisamente por esa razón es el encono y la sed de venganza de YSQ en su contra, porque con base en la ley no le permitieron cometer una serie de aberraciones que buscaba consumar por conducto del actual congreso de la unión, a quien le ordenaba no cambiar una sola coma de sus iniciativas.

Aunque en esta ocasión si la cambiaron, pero para hundir más al Poder Judicial, tomando en consideración que el amo les dijo que era mejor elegir a jóvenes recién egresados de la facultad, para que en forma inmediata los ciervos modificaran la iniciativa eliminando los requisitos de edad y reduciendo los años de ejercicio profesional para convertirse en juez, magistrado o ministro. 

Ahora para ocupar esa responsabilidad no habrá edad mínima; la experiencia se bajó a cinco años para ministros; tres para magistrados, y ninguno para jueces, será suficiente para ocupar cualquiera de esos puestos un promedio de ocho en la carrera de derecho. 

Y todavía se atreven a decir que la carrera judicial no se modifica. ¡Sin comentarios!

Lo que no entiendo, es que los cuatroteros pregonan que el Poder Judicial está corrompido, sin embargo, los actuales jueces, magistrados y ministros, tienen la posibilidad de participar sin ningún otro requisito ni evaluación, solamente por desear repetir en el cargo, o aspirar a uno mayor. Entonces en el remoto caso de que alguno de ellos sea corrupto, en el momento de ser electo por el “pueblo sabio” se convierte en un ser impoluto.

Por otra parte, probablemente conoceremos algunas renuncias, porque en el dictamen se especifica, que las y los ministros de la SCJN en funciones y concluyan su encargo en 2025 de no resultar electos, no serán beneficiarios del haber de retiro; pero sí podrán gozar de dicha prerrogativa si renuncian al cargo, antes de la fecha de cierre de la convocatoria que emita el Senado para la elección de 2025, en cuyo caso la renuncia surtirá efectos hasta el 31 de agosto de 2025. 

En este caso también, aunque algún Ministro sea calificado de corrupto, por el simple hecho de entregar su renuncia, queda limpio de culpa y seguirá sin ningún problema desempeñando su trabajo por un año más, sumando además el beneficio de su haber de retiro. No cabe duda que a los redactores del dictamen se los van a llevar los chinos o los rusos para que sigan derramando su sabiduría en aquellos rumbos.

No nos alcanza el espacio para seguir desmenuzando este tema, pero no se nos olvide que la próxima legislatura apenas inicia su función el 1 de septiembre y tendrá tres años para conseguir en ambas cámaras la mayoría calificada, pero primero tiene que consumar la pulverización del Poder Judicial, ya habrá tiempo para desaparecer los órganos autónomos, los diputados y senadores plurinominales y en general la aprobación de las 20 iniciativas enviadas por el mesías el pasado 5 de febrero para convertirnos en una república bananera donde no habrá contrapeso alguno que vaya en contra de la voluntad de una sola persona.

Un saludo

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