Por Rosa Chávez Cárdenas
Inmersos en la “sociedad líquida” en constante cambio donde las relaciones estables se desvanecen, nos enfrentamos a la incertidumbre: la economía, el calentamiento del planeta, otra pandemia, la violencia, las guerras. Lo que implica mayor ansiedad, estrés, trastornos mentales y sociales. Para mitigar la incertidumbre, la sociedad vive atrapada en el consumismo, la permisividad, el hedonismo, no le importa el área espiritual ni cultural. de esos factores nace la frivolidad.
Vivir el presente, en la frivolidad para evadir el miedo al futuro. Los que trabajan y los que cuentan con el dinero plástico están inmersos en el consumismo, la cultura desechable, las marcas de ropa, los carros de lujo, hasta se dejan atrapar por lo que dicten los influencers, (mientras más ignorantes tienen más seguidores). No hay mucho interés en la superación personal, solo lo que tiene que ver con su vida profesional, la lectura para las nuevas generaciones ya casi está en peligro de extinción. Son responsables las redes sociales, con sus mensajes frívolos, reenvíos para no perder el contacto.
En cuanto a la comunicación presencial, el tema es el fraude electoral, la elección de Estado, de los artistas, de la vida ajena, del que se divorció al mes de casados, de los cantantes que se besaron en el auditorio, en Paris, de esa necesidad de dopamina del enamoramiento que pronto disminuye y Next el que sigue.
Otra de las frivolidades son las cirugías estéticas unos de los negocios más lucrativos para los cirujanos plásticos. La mejor carta de presentación para un nuevo rico es que su pareja lusca un cuerpo espectacular, atentar a la naturaleza, se quitan costillas para verse acinturadas, implantes de senos espectaculares, prótesis en los glúteos, labios inyectados, pestañas postizas, extensiones en el cabello. Llama la atención que quieren parecer modelos a escala. Es una realidad “Las modas se contagian más rápido que los virus”
Dentro del negocio de la belleza se incrementaron las cirugías bariátricas: el conjunto de procedimientos quirúrgicos para tratar la obesidad. Inmersos en la cultura de lo inmediatez: la tendencia a buscar resultados rápidos y gratificaciones instantáneas, lo que se ha visto influenciado por el avance de la tecnología. Llevan a cabo cirugías para bajar rápidamente de peso, sin medir las consecuencias, los graves efectos secundarios en su salud física y mental.
La enfermedad de occidente es la abundancia, se incrementaron los “acumuladores” su vida es el consumo, comprar objetos que no necesitan, las conductas compulsivas se incrementaron con el negocio de las compras en línea, basta ver la publicidad masiva de tiendas tipo Amazon, Mercado Libre, Walmart.
Revisemos la idolatría al sexo, de la represión de las generaciones conservadoras en donde la regla era casarse sin haber tenido relaciones íntimas. En la vida moderna hay sexo en todas partes sin afectividad, ni amor. Una neurosis obsesiva por la búsqueda de placer. Lo que no se dan cuenta es que muchas jóvenes tienen un estallido fugaz de libertad por instinto, pero no llegan a sentir placer, sus cerebros están tan activos que impide el disfrute, porque a esa relación de sexo carnal lo que le falta es el amor.
El acto sexual se compone de tres ingredientes: físico, psicológico y espiritual. Lo sexual es macroscópico, lo sentimental es microscópico, va al detalle, a lo afectivo. Cuando no hay referentes morales, la libertad se vuelve libertinaje, la búsqueda de placer son las cadenas que atrapan a la sociedad actual.
www.rosachavez.com.mx
Facebook: Tratamiento Integral
del Dolor y Dra. Rosa Chávez
Twitter @DrRosaCh
Más historias
Entre Bancos, Empresarios, Políticos, .. y otros temas
Entre Los Surcos…
Astillero…