Entre Los Surcos…

Divididos serán vencidos

Por César Villalobos López

Resulta curioso que, en eventos del sector primario todavía se entone, con mucho fervor, el Himno del Agrarista, con mucho énfasis en “no más luchas entre hermanos”, mientras que los intereses políticos y económicos impiden la organización de los productores, por tanto, continúan siendo el eslabón más débil de la cadena. 

Los hombres del campo no han logrado entender que los ciclos de dirección son temporales, tienen cierto lapso de tiempo y llega el relevo.

En el sector primario hay quienes se convierten en chiles de todos los moles y consideran que son como el mentolato, buenos para todo, aun cuando una buena parte de ellos son ajenos al interés que dicen representar.

Sin embargo, en los aspectos de la producción agrícola y pecuaria, nos encontramos con individuos que, a toda costa buscan incrustarse en algún comité o consejo, por el solo hecho de figurar, aun cuando se en forma espuria.

Las autoridades del sector carecen de interés, de capacidad o de energía necesaria para identificar a quienes son ajenos a lo que dicen representar, en tanto que los supuestos representados irresponsablemente son indiferentes.

Ello se puede constatar analizando a todos y cada uno de los individuos que tradicionalmente, año con año, aparecen en las escenas de gestoría, sin aportar nada positivo, pero como no tienen ninguna ocupación, buscan medrar aprovechando cualquier problema.

Tenemos casos concretos, como los de los trigueros, o mas bien sus supuestos “lideres” que al concluir sus periodos de gestión no aceptan la realidad y pretenden permanecer vigentes con agrupaciones fantasmas.

Quienes les siguen asumen actitudes de los tres simios sabios, ni ven, ni oyen, ni hablan, olvidándose de que en el pasado resiente fueron engañados con la promesa de créditos blandos y oportunos, así como comercialización de la cosecha a precios remuneradores.

Todo quedo en ilusión, no se les cumplió la promesa, pero nunca se les dijo que el proyecto era la búsqueda de una candidatura, la cual consideraron amarrada y aseguraban tener el visto bueno de Marina del Pilar la gobernadora.       

Debemos de recordar que, de siempre, la gestoría en representación de los trigueros dio la impresión de tener el consenso oficial para no generar conflicto con los industriales, lo cual es positivo cuando se tienen negociaciones abiertas, apegadas a la realidad y al margen de intereses particulares.        

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