El comportamiento de las Turbas 

Por Rosa Chávez Cárdenas

Inmersos en la semana santa, prendió la indignación y la violencia en Taxco Guerrero por el secuestro y asesinato de Camila de 8 años. Los problemas sociales son escandalosamente notables y de compulsión a la repetición. Cuando de defender niños se trata el comportamiento del grupo se vuelve como tribu salvaje de violencia extrema. La conducta de las personas en situaciones colectivas es diferente a la individual, “el yo se pierde en el nosotros” Sorprende de esta tragedia la unión de los vecinos hartos de la violencia de los grupos criminales y la impunidad del sistema de justicia. El comportamiento de las masas describe las acciones, pensamientos y sentimientos relativamente temporales y no planeados, al contrario de los movimientos continuos de personas como las campañas y las peregrinaciones. En los comportamientos de las masas se observan diferentes conductas: la histeria colectiva, la histeria masiva, los rumores, los chismes y las modas. 

Las turbas se forman a partir de emociones compartidas como el miedo, la ira y el entusiasmo. En la multitud, el tono emocional se intensifica debido a la concentración de la atención, las sugerencias del líder, el uso de símbolos verbales y otros elementos. La masa se vuelve impulsiva, versátil, irritable y se deja guiar por lo inconsciente. En el campo del comportamiento colectivo podemos observar: disturbios, pánico, rumores, destrucción, violencia y muertos. Lo hemos visto en los partidos de futbol, un pequeño detalle se vuelve fuera de control se saturan las salidas y termina en un caos. 

La estrategia de este gobierno para combatir la delincuencia fracasó, se multiplicaron los balazos. Cuando la autoridad no se da a respetar, cuando no se aplican las leyes por tanta corrupción, el pueblo, ese que tanto alardea el presidente y dice que está de su lado al verse desprotegidos toman la justicia por sus propias manos. Son varios detalles, la madre que confió en la invitación a jugar sin asegurarse que la niña llegara al domicilio, cuando fue a recogerla, la Sra. Ana Rosa mintió, le dijo que la niña nunca llegó a su casa. No contaban con las cámaras que revelaron la tragedia. La invitación estaba planeada, la niña fue secuestrada, asfixiada, la subieron a la cajuela de un taxi, pidieron rescate y finalmente apareció muerta, el plan no resultó, pero terminó en una gran tragedia. Los policías no aparecían, la turba enardecida cercó la casa, sacaron a la secuestradora, a su pareja y a sus hijos. Ana Rosa fue linchada por los vecinos, la bajaron de los cabellos de la camioneta de los policías, le quitaron la ropa, la golpearon y finalmente falleció, la turba enloquecida de indignación y rabia además voltearon dos autos de taxistas. 

Pero no es el único linchamiento, la Universidad Autónoma Metropolitana han documentado 1423 casos desde 2016 hasta el 2022. Seguramente este es de los que más han llamado la atención, pero como son tantos, pronto se olvida y por saturación llegamos a un estado de indiferencia. También sucede en Estados Unidos, los jóvenes psicóticos entran a las escuelas, los centros comerciales, las iglesias disparan con armas de grueso calibre y dejan una cantidad de muertos, la mayoría termina suicidándose.

Esta tragedia debe servir para tomar medidas en cuanto a seguridad, poner atención al nivel de maldad que estamos sufriendo en todo el país, aunado a la desconfianza, la frustración y el resentimiento en contra de las autoridades. La violencia criminal extrema está fuera de control. En el último reporte de HGR (Human Rights Watch) México aparece por arriba de otras naciones como Irán, Afganistán, Rusia (antes de la guerra) y China, principalmente por las redes criminales que operan en el país en los delitos como: la extorsión, el trafico de armas, de personas, de drogas, la trata de personas y los ataques cibernéticos.

El presidente es un narcisista, solo le interesa su imagen pública, mentir y seguir en campaña, no ve ni escucha las consecuencias de la criminalidad que estamos sufriendo. La gente pide Estado de Derecho, sentirse seguro, que apliquen la ley; pero es un hecho el sistema de justicia está invadido de corrupción. Es el momento de tomar decisiones, queremos este sistema o votamos por un cambio con el compromiso de ser ciudadanos responsables y convertirnos en vigilantes para que cumplan las promesas de campaña.

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