Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Decálogo para un acuerdo nacional por la educación; COPASE

Alfredo J. Postlethwaite Duhagón, Consejero Presidente de COPASE.

La educación es el pilar esencial en el desarrollo de cualquier nación, su relevancia trascendental fortalece el presente de un país y alienta esperanzas para el futuro. Este decálogo tiene como propósito primordial, proporcionar una educación de calidad a niños, adolescentes y jóvenes. En este contexto, la Alianza de Maestros, la Confederación Nacional de Escuelas Particulares, la Unión Nacional de Padres de familia, Coalición Social para la Participación Social en la Educación, A.C., afirmo Alfredo Postlethwaite Duhagon, consejero presidente de Copase y proponen lo siguiente:

I. Incluir en la Ley General de Educación (LGE) los derechos de los padres de familia y su participación en la comunidad educativa, reconociéndolos como los primeros educadores que respaldan y fortalecen el proceso de formación y enseñanza-aprendizaje de sus hijos.

II.  Es crucial establecer en la LGE los derechos de los docentes, garantizando su autonomía de cátedra, el respeto a su autoridad, trabajo y dignidad en el marco de los derechos humanos y laborales. Esto fortalecerá su labor educativa y formadora, permitiéndoles cumplir con su vocación trascendente.

III. La educación requiere procesos administrativos más ágiles y libres de burocracia. Es esencial que el docente optimice su tiempo, necesitamos que esté en el aula, enseñando, formando y educando a sus alumnos.

IV. Es necesario generar un modelo educativo humanista y trascendental que impulse en su plan de estudios los lineamientos para una política educativa de calidad. Este modelo debe contar con un presupuesto público adecuado y suficiente que se ajuste a las necesidades del sector, para alcanzar las metas anuales y solucionar problemas de infraestructura y desigualdad tecnológica evidenciada por la pandemia.

V. Se debe establecer o retomar un Centro (Instituto) de Evaluación Educativa técnico que nos permita conocer la realidad educativa del país. Este centro debe contar con presupuesto propio, autonomía, infraestructura adecuada y un cuerpo colegiado que lo dirija. No podemos avanzar sin evaluar nuestras acciones.

VI. Es primordial establecer una «Cultura de Paz» como política pública y en la LGE, con el objetivo de reducir en un 30% la violencia dentro de la comunidad educativa, contando con la participación de la sociedad civil para lograr este objetivo.

VII. La deserción escolar es un problema significativo que requiere impulsar un programa de apoyo con responsabilidad social. Este programa debe incluir apoyos económicos, alimentación, transporte y materiales, comprometiendo a los alumnos a trabajar en beneficio de su comunidad.

VIII. El gobierno debe colaborar con las universidades para fomentar la educación tecnológica y científica. Es necesario que varios estados del país promuevan la interacción con empresas de primer nivel y universidades internacionales, generando encuentros que propicien el intercambio académico, estudiantil, científico y de proyección global.

IX. Las escuelas privadas son aliados esenciales para fortalecer la educación en nuestro país. Es necesario mejorar su marco legal y brindarles apoyo en aspectos administrativos, de infraestructura, capacitación, fiscales y de vinculación internacional; todo esto en beneficio de la educación nacional.

X. El rezago educativo, agravado por la pandemia, exige una respuesta en forma de programas y rutas de aprendizaje innovadoras y creativas para disminuir la brecha generada. Esto implica establecer un órgano de estudio, seguimiento y acción que se encargue de solucionar este problema.

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