Mentiras de Juanito, Luisito y Tavito
Por César Villalobos López
Resulta que Martina del Pilar Ávila Olmeda, o es la gobernadora más engañada o junto con el Congreso del Estado, es cómplice de la corrupción que se viene dando en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de BC.
Y, es que, solo de esa forma se puede explicar el dispendio del poco presupuesto de la SaderBC, al igual que las asignaciones de partidas para la operación del Comité Estatal de Protección Pecuaria que son desviadas a objetivos distintos de su destino original.
Lo mas grave de todo esto es que desde la Secretaría de Agricultura, el arquitecto Juan Meléndrez Espinoza, está recurriendo al Congreso del Estado, por conducto de Manuel Guerrero Luna, presidente de la Comisión de Agricultura para atender la solicitud de Gustavo Rodríguez Cabrales, presidente de la Unión Ganadera Regional y del Comité de Protección Pecuaria, de 20 millones de pesos.
El colmo es que, Rodríguez Cabrales, presume “somos el cuarto lugar con tuberculosis a nivel nacional” aun cuando en el año actual, con el gasto, no inversión, de 11 millones de pesos, no pudieron mejorar los resultados.
Ahora pide 20 millones y el congreso analiza si los entrega o no, pero no se preocupa por conocer la aplicación de los recursos de años anteriores para ese rublo.
Porque no auditarse la aplicación de recursos y del seguimiento de todos los protocolos operativos para comprobar, con hechos, que es lo que se hizo mal, que falló y que es lo que se debe de cambiar para alcanzar los objetivos.
Uno de los graves problemas es que, el desconocimiento del arquitecto titular de la SaderBC y del novel jurisconsulto que presume atender los asuntos de sanidad e inocuidad, es caldo de cultivo para ser sorprendidos con las mentiras, de su cómplice, Gustavo Rodríguez Cabrales.
Mencionamos complicidad, porque personal del Comité de Protección Pecuaria presidido por Rodríguez Cabrales, labora comisionado al servicio de la SaderBC, en áreas totalmente distintas, como la cafetería, ego del arquitecto.
Gustavo Rodríguez Cabrales pide 20 millones de pesos para operación del Comité en el 2024, con la aprobación de la SaderBC, pero sin ningún programa con acciones concretas.
Si la autoridad hiciera una revisión se daría cuenta de que la mayor parte del manejo del ganado en materia de marcación, vacunas e inspección, se hace en forma directa a costa del ganadero, pero en los reportes del Comité aparecen como si los hiciera personal oficial.
Aquí volvemos a preguntar el porque no se audita la aplicación de esos recursos, e igual sucede con los recursos que el FIDEBAC ha proporcionado a la Unión Ganadera Regional para salvarla del mal manejo de los recursos captados con los aretes de Siniiga.
Los involucrados, en especial el presidente de la UGR, no se han dado cuta de que se requiere cambiar las zonas de control por zonas de erradicación y la apertura de programas de indemnización para que incentiven a los ganaderos al sacrificio para despoblar unidades de producción e iniciar actividades con hatos libres de enfermedades, como la tuberculosis.
Hay que recordar que la tuberculosos fue la causa de la perdida del estatus sanitario y consecuentemente la prohibición para exportar ganado a Estados Unidos, pero todo indica que para la Unión y para Comité, o cuando menos para quien los encabeza, es promover cuarentenas largas y dolorosas, con monitores que impiden a los productores vender pies de cría y exportar en pie, en lugar de vender sus animales al kilo.
La SaderBC ha gastado recursos en conferencias y reuniones regionales para tratar de justificar que algo están haciendo, mientras los productores se pronuncian para que se den acciones de seguimiento, inspección y vigilancia, hartos de protagonismos y politiquerías.
Se requiere que los funcionarios de la SaderBC se pongan a trabajar con acciones efectivas y reales a favor de los productores y no de quienes encabezan o trabajan en los organismos como la UGR y el Comité de Protección Pecuaria.
Nos aseguran que el presupuesto para gasolina en el Comité de Protección Pecuaria, no beneficia a inspectores, sino a Gustavo Rodríguez Cabrales, quien lo utiliza, junto con el vehículo oficial, para transporte de carne de su negocio.
Por las exposiciones del abogado Luis Roberto Ayala Martínez durante el foro regional, tenemos la impresión de que los funcionarios de la SaderBC se pintan solos al hablar sin conectar la lengua con el cerebro, seguramente pretendiendo sobresalir o apantallar a sus homólogos de cargos en otras entidades, soslayando que ellos sin saben, son profesionales y tienen años de experiencia, no son improvisados.
Lo bueno es que Marina del Pilar Ávila Olmeda, la gobernadora, les solapa y hasta les aplaude.
Más historias
Entre Bancos, Empresarios, Políticos, .. y otros temas
Entre Los Surcos…
Astillero…