Por Antonio Magaña.
Si el diablo no mete la cola, como dice Víctor Islas, hoy a las 9 de la mañana, en el Centro Estatal de las Artes de Mexicali, la secretaria del medio ambiente María Luisa Albores, instalará las mesas de trabajo para que el uso de agua de Mexicali sea exclusivo para el humano humedecido.
Lo anterior, con base en el convenio dado a conocer por López Obrador durante su gira por Baja California.
Convenio cuya quintaescencia es la politiquería pura, con el fin de borrar la maldad de llevarse los 1400 millones de dólares de la cervecera de Mexicali a Veracruz.
“Ni modo de decirle que no al presidente manito”, le comentó Norma Alicia a uno de sus más cercanos colaboradores, de nombre Daniel.
En 1944, el Tratado de Límites y Aguas entre México y los Estados Unidos, estableció el orden de preferencias del uso común de las aguas internacionales:
1.- Usos domésticos y municipales.
2.-Agricultura y ganadería.
3.-Energía Eléctrica.
4.-Otros usos industriales.
5.-Navegación.
6.-Pesca y Caza.
7.- Cualesquiera otros usos benéficos.
En ese año, Baja California tenía aproximadamente 80 mil habitantes y, los 1 850 millones 234 mil metros cúbicos de agua del Tratado, se destinaron a la agricultura.
En 1973, cuando Baja California tenía 800 mil habitantes, con base en el Acta 242, se destinaron 197 millones de metros cúbicos de agua, sacados de la Mesa Arenosa de San Luis, a las ciudades:
Mexicali, 82 Mm3, Tijuana 80 Mm3, San Luis Río Colorado 23 Mm3, Ensenada 9mm3, Tecate 3.3 Mm3.
Actualmente Tijuana, con 2 millones 300 mil habitantes, requiere más del doble de la dotación de 1973, la cual les compran a los agricultores del Valle de Mexicali.
La ciudad de Mexicali, con 1 millón 178 mil habitantes, consume aproximadamente 100 Mm3 de agua al año.
Un solo cultivo del Valle de Mexicali, la alfalfa, consume 781 Mm3 de agua, OCHO veces más que lo que tiran y consumen los habitantes, la industria, el comercio y los gobiernos instalados en Mexicali.
El problema del uso del agua no es la industria, es la agricultura y la industria que no paga el valor del agua a la CESPM y, subrepticiamente, se la compra a precios de uso agrícola a los administradores, o bandidos, del agua de Mexicali.
Un dato: la cervecera iba a pagar 411 millones de pesos al año por 7 Mm3. Con el incremento del agua, recordando que a mayor volumen se incrementa su precio, pagaría hoy 600 millones de pesos… (lo bueno es que no los necesita la CESPM…ja, ja, ja).
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