Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano…

La calma

Por Gladys Villalobos* 

“Nada es más fugaz que la forma exterior, que se marchita y se altera como las flores del campo en la aparición de otoño” Umberto Eco, escritor italiano

Veo en el otoño analogías de vida que para mí han llevado tiempo y un proceso de evolución incorporar y sostener con convicción. Me representa la importancia de cultivarnos, de enriquecer nuestro intelecto, nuestro pensamiento, de fortalecer nuestros valores, nuestra templanza, nuestras creencias, de estudiar, de probar cosas nuevas, de hacernos de una serie de recursos internos que nos sostengan cuando la vida, la cotidianidad nos pone a prueba. Nada es más fugaz que la forma exterior, nos dice la frase con la que di inicio. El otoño nos lo muestra. 

No olvidar que somos lo que emanamos, que nuestro encanto viene de nuestro interior y qué si bien es cierto, nuestro cuerpo es nuestro hogar en el cual transitamos esta vida, no hay nada más atractivo que un ser en plenitud, humano, compasivo y conectado con la vida.

El otoño es un ejemplo de dejar ir sin temor y con la confianza de vivir los ciclos. Me da el ejemplo de desaprender y desaprenderme de todo lo que no es esencial o bien, lo que necesita renovarse. Nos invita a la introspección, a la calma interior y prepararnos para empezar de nuevo. 

¿Cuánto no esencial ocupa espacio en nosotros? Material, emocional, cultural, creencias, prejuicios, pensamientos limitantes, historias que no nos pertenecen, realidades de mi pasado que ya no embonan en mi presente. Cómo es mi capacidad de adaptarme a los cambios, los deseados, los inesperados, los necesarios ¿fluyo o sufro ante ello?

En la filosofía china, el otoño es una estación yin, que tiende a lo receptivo, a la intuición y a la interiorización. La savia de los árboles se retira de las hojas y ramas y vuelve hacia las raíces. Los animales disminuyen su actividad. Anochece cada vez más temprano y poco a poco vuelve el frío.

Conectemos con la sabiduría de nuestros antepasados que regían su vida y sus decisiones por los ciclos de vida de la naturaleza o por lo que veían en el cielo. Esa sabiduría que habita en nosotros. Con humildad podremos apreciar las señales que la naturaleza nos pone frente a los ojos ¿cómo sería nuestra vida si lográramos igualarla con los ciclos de la naturaleza? ¿cómo sería nuestra vida si dejáramos de resistirnos al cambio y abrazáramos la impermanencia como lo único constante en la vida?

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que me lees, valoro tu tiempo.

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ 

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