Nutrir nuestra vida
Por Gladys Villalobos*
“Somos el resultado de los libros que hemos leído, de los sueños que hemos soñado, de los lugares que hemos conocido, de las personas que hemos amado” dice una frase de la cual no encontré con precisión su autoría. Coincido que somos la suma de momentos, de personas, de emociones, de pensamientos, de decisiones y omisiones.
El verano está por iniciar y es común toparnos en internet o donde pongamos la atención, con recomendaciones para lucir “cuerpo de verano”, acompañadas de una pareja con un cuerpo atlético o estilizado. Textos que abordan consejos de nutrición saludable.
La nutrición, esa que por costumbre la asociamos solo a los alimentos, a lo que comemos, con lo que alimentamos el cuerpo. Sin mucho buscar nos topamos con consejos para perder peso, para bajar el colesterol, antienvejecimiento, como combinar alimentos, nutrición celular. La dieta de luna, de la sopa de repollo, la dieta paleo, la vegetariana, la dieta del bísquet, la dieta keto.
Te invito a reflexionar ¿con que nutres tu mente, tu corazón, tus emociones, tu vida cotidiana? Llevar una vida saludable, equilibradamente nutrida incluye también lo que pienso, lo que digo, lo que escucho, lo que escribo, la forma en cómo me relaciono con los seres humanos, la forma en cómo me relaciono conmigo misma, conmigo mismas, la calidad de mi convivencia y la satisfacción en mis actos.
Nutre tu vida con lo que consideres necesitas en este momento, actualiza tus elecciones del pasado o reafírmalas. Revisa tus pensamientos, los dichos de tu boca, tus hábitos que tal vez sean ya leyes en tu cotidiano, la forma como reaccionas ¿es una decisión o un impulso? Escucha con detenimiento las conversaciones de tus círculos habituales ¿de qué hablan? ¿eso que escuchas te nutre? Elige sabiamente a quien lo otorgas lo único que nunca recuperaras, tu tiempo.
Como seres integrados a una sociedad estamos expuestos siempre a “comida chatarra”, como se conoce popularmente. De vez en cuando la ingerimos, felices, no quitamos ese antojo, pero en algún momento volvemos a nuestra “nutrición” saludable. De lo contrario, con conciencia, sabemos que tendrá una repercusión en nuestra salud y en la báscula. Lo mismo sucede con el resto de los factores que nos nutren de una forma no física. Al no ser selectivos con quien convivimos y compartimos nuestro tiempo nos puede provocar la misma pesadez que una cena indigesta.
Te invito a aventurarte en la escritura. Escribir es leernos, es escucharnos, es vernos. Cosas interesantes surgen a través de la escritura.
“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.
*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/
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