Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano…

Calidad de vida 

Por Gladys Vilallobos*

“Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos” Viktor Frankl

Este mes cumplo 10 años de vivir y habitar la Ciudad de México. Una travesía que inicié con la motivación y apoyo amoroso de mis padres y la confianza de que algo bueno me deparaba en esta ciudad. Así fue, así es.

Esta ciudad me ha tratado muy bonito y yo a ella. Me he adaptado a sus usos y costumbres sin perder mi esencia y acento del norte. Respeto el lenguaje local. Pido mis quesadillas con queso y helado de chocolate o nieve de limón porque en la CDMX el helado se hace con leche y la nieve se hace con agua. 

Me muevo en esta ciudad con gran soltura, confianza y responsabilidad. He conocido gente valiosa con quien sostengo relaciones fraternales, he aprendido el arte del desapego, de reinventarme cuantas veces sea necesario y, sobre todo, aceptar la impermanencia. Adaptarme al entorno y hacer los cambios necesarios para vivir en equilibrio. Vivo el presente. Mi añoranza se centra en los seres que amo que no veo en lo cotidiano. Para ello, viajo a Mexicali lo más frecuente que me es posible y tomo mi dosis de gozo por esos encuentros.

La actividad física es parte de mi cotidianidad, me sienta bien. El movimiento me llena de energía y alimenta mi creatividad, pero nunca en mi vida, hasta que llegue a esta ciudad, había caminado tanto, tan natural y en lo cotidiano. Eventualmente uso el transporte público. Tenemos en casa un auto. Caminar es mi elección en la gran mayoría de los casos. Caminar y volver a un lugar deseado que está a 1,2,3,4, o 5 kilómetros me parece una fácil decisión. Dice una amiga que ha estado con nosotros de visita que ya perdí la proporción de las distancias. Puede ser que sí, pero también lo traduzco como el regalo de la salud, de la movilidad que me significa vida. Lo disfruto.

Resignifique algunos aspectos de lo que representa para mi calidad de vida. Vivir en una ciudad de clima amable, con la infraestructura adecuada para caminar por la banqueta o camellones, tener opciones y accesibilidad al transporte público y lo invaluable, contar con la salud adecuada para desplazarme a pie la distancia que necesita o quiera, todo esto es para mí hoy, calidad de vida.

En tu cotidianidad ¿qué significa para ti una vida de calidad? ¿qué te gustaría sumar o modificar en tu cotidianidad que sumaría a tu calidad de vida? 

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que me lees, valoro tu tiempo.

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/