Editorial…

Enfermo de poder… y no poder

Después de 18 años de campaña a lo largo y ancho del país, en el 2018 elevó las expectativas de cambio, a las que los ciudadanos aspiraban, haciendo un rosario de compromisos que, lamentablemente, resultaron una sarta de mentiras, generando una serie de efectos negativos en la población.

En todos los sectores de la población se abrieron grandes expectativas, porque creyeron en los alentadores mensajes de quien buscaba ser el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, pero, oh, triste realidad.

Al iniciar la administración de la 4T empezaron a quedar muy lejos las esperanzas para terminar con la corrupción, con la impunidad y el combate a la delincuencia que, a la fecha ha sentado sus reales en todos los estados de la república, acentuándose en Baja California.  

Los responsables de administrar la seguridad publica han sido señalados con nexos profundos con todo tipo de delincuentes, no se investigan los hechos violentos ni las ejecuciones, ah, pero eso sí, en cada caso se anuncia que se abrió una carpeta de investigación que, por falta de seguimiento se queda en el olvido.  

Cuando el ejecutivo alude los hechos delictivos, generalmente a través de integrantes de una mesa de coordinación que, hasta la fecha, solo ha sido un lavadero de manos o un foro de lucimiento para los mandos policiacos, supuestos responsables de combatirlos, quienes se justifican mencionando que son enfrentamientos entre grupos delictivos.

La gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, ante la incapacidad de los entes policiacos para disminuir los hechos de sangre, anuncia la llegada de 500 elementos de la guardia nacional, a quienes solamente se le observa acordonando escenas del crimen, carecen, al igual que los responsables de la seguridad pública, de capacidad para investigar y prevenir.

Pero, además, el jefe Supremo de las Fuerzas Armadas ha sido enfático en que la delincuencia debe de combatirse con “abrazos, no balazos” o con acusaciones son mamá, dando pie a que, los elementos del glorioso ejército nacional, sean objeto de escarnio y humillación, por todo tipo de individuos fuera de la ley.

Las grandes expectativas generadas por el candidato fueron de tal magnitud que la gran mayoría de los candidatos de la 4T lograron triunfos electorales, convirtiéndose en factores decisivos en el Congreso de la Unión, a donde, lamentablemente, llegó todo tipo de personas, incluyendo analfabetas y de obediencia ciega a todos los deseos presidenciales.

Esta situación ha permitido al presidente Andrés Manuel López Obrador, el desmantelamiento de una buen a parte de la estructura institucional que, a través de muchos años y pese a los errores de los gobiernos, se crearon para beneficio de los ciudadanos.    

Eso ha permitido una serie defectos negativos que ha costado muchas vidas, a partir de la pandemia del Covid, al carecer de los medicamentos necesarios debido a la cancelación de las cadenas de abasto, aduciendo corrupción, aun cuando, al igual que todos los señalamientos presidenciales, pero sin procesos legales contra los responsables.

Pero no solo eso, en sus peroratas mañaneras, el jeje del estado mexicano, ha dedicado mas tiempo a señalar culpas de sus antecesores, pero nada ha hecho para enmendar los errores señalados, haciendo señalamientos que han despertado el odio, división y enfrentamientos entre los ciudadanos.

López Obrador se ha lanzado contra todo lo que se mueva en dirección contraria a sus deseos, en sus mañaneras a enfatizado que si no se esta con él, se esta en contra y arremete sin ningún recato, con afirmaciones disparatadas contra periodistas, historiadores, intelectuales y en especial contra los neoliberales, salvo sus consentidos y beneficiados con jugosos contratos.

Analizando las pendencieras expresiones del presidente Andrés Manuel López Obrador, no solamente en contra de quienes no piensan como él, sino también arremetiendo contra aquellos respetuosos del estado de derecho que pregona, pero desdeña, además de pretender ser rector de las políticas de otras naciones, recordamos que alguna vez, en un conflicto, el gobernador Milton Castellanos nos precisó, “es peor que un chivo en Baldini” -Baldini Importer era una tienda especializada en artículos de cristal cortado, Lladró, etc.-

Montado en su macho, el jefe de la nación se ha ganado el repudio del gobierno peruano que rompió relaciones con México y expulso a los diplomáticos, además, el Congreso de Perú lo declaro “persona non grata”, por sus constantes críticas al gobierno de Dina Boluarte, pero luego arremete en contra del Congreso Peruano, acusándolo de “ser una elite y políticos corruptos, traficantes de influencias”.

En el país que se supone debe de gobernar para todos, ha generado una separación de clases, desdeñando a quienes estudian, se preparan, trabajan y progresan, los tilda de aspiracionistas y enemigos de la 4T, transformación que solo se observa en la destrucción de las instituciones y en la adversidad presidencial hacia el estado de derecho, convirtiendo en enemigos de la nación a todos aquellos que, estando en instituciones autónomas, emiten juicios apegados a derecho y no a caprichos intereses el presidente. 

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