Entre Los Surcos…

Legítima protesta, pero viciada de origen

Por César Villalobos López

El pasado miércoles, agricultores del valle de Mexicali movilizaron maquinaria agrícola y equipo para el de transporte de cosechas, a las vialidades del Centro Cívico, frente al Centro de Gobierno de Baja California, el palacio municipal y el Congreso del Estado, aduciendo pasividad de la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, en su gestoría de apoyo para los trigueros, de parte del gobierno de la 4T.

Debemos de aclarar que, en este movimiento, ni están todos los que son, ni todos los que estuvieron, son productores de trigo, entre ellos encontramos sostenedores de siglas, maestros jubilados que se entretienen buscando cualquier movimiento para hacerse presente, buscando imponer sus criterios, además de representantes de agrupaciones nacidas al vapor de la inconformidad de los trigueros y la proximidad de momentos políticos.

Ignorados por los diputados federales y abandonados por las senadoras, estas últimas les han utilizado, pero todas sus manifestaciones de apoyo para buscar soluciones a los problemas del campo, han sido infructuosas, aun cuando no ha faltado senadora que diga que apoya económicamente a personas que sostienen siglas agrarias, los trigueros enfocaron sus baterías hacia la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda. 

En estos momentos, el problema enarbolado, es el precio al que los productores pretenden les paguen por tonelada, pero existe otro de mayor trascendencia y es que, a pesar de que se logren los 8 mil pesos por tonelada, los productores con menos de 6 toneladas por hectárea, no pagarán los créditos recibidos o la inversión realizada.  

Por lo pronto, el primer día del plantón o cierre de vialidades con maquinaria agrícola y equipo de transporte de cosechas, surgieron inconformidades y señalamientos en contra de la mitad de los comisionados para dialogar con la gobernadora y es que cinco de ellos, no tuvieron acceso a las oficinas de la Jefa del Ejecutivo Estatal.

Si bien es cierto que la gestión de la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda y la buena voluntad de los compradores del cereal, en la cosecha 2021/2022, desecharon contratos y llegaron a acuerdos para mejorar el pago, en relación a las condiciones del mercado internacional, en la actualidad, los precios están cayendo.

Curiosamente, entre los jilgueros que no sueltan el micrófono durante las reuniones, siempre se han escuchado críticas, algunas justificadas, como la relacionada con el abandono del campo por parte del gobierno de la 4T; o injustificadas como las críticas a las empresas comercializadoras de insumos, al repercutir en el cliente el alza de precios de los fabricantes, pero a ninguno le hemos escuchado llamados a la organización formal para buscar mecanismos que reduzcan costos.

Manipulan con gran destreza las diarias cotizaciones en el mercado internacional, pero nunca han promovido la organización para cumplir con las normas y exigencias de los compradores participantes en las bolsas, para encontrar los precios a los que aspiran y es que carecen de capacidad de acopio, de solvencia moral y económica, por su individualismo.